Tal parece que el futuro no es un lugar muy prometedor, cada vez son más los inmigrantes que deciden cambiar de residencia a nuestra época. En esta ocasión, un viajero del año 5,000 llegó a Estados Unidos, pero él sí trae evidencia de que proviene del futuro.
Edward es el nombre del viajero del tiempo y asegura haber sido parte de un experimento en 2004, cuando trabajaba como técnico en un laboratorio. Señala que el laboratorio era secreto, creado por el gobierno y que se dedicaba a desarrollar aparatos tecnológicos de avanzada.
Proveniente de Armenia, dice que estaba dispuesto a aceptar cualquier empleo, por lo que empezó a trabajar en el laboratorio por muy poco salario. Afirma que es muy bueno para hacer amistades con sus compañeros de trabajo, por lo que le fue muy fácil hacerse amigo de algunos de los científicos en el laboratorio.
James, uno de los científicos más importantes, se volvió su amigo. Un día, cuando no había nadie en el laboratorio, vio a James salir sospechosamente con un enorme aparato que se llevó a casa; James se dio cuenta de que él lo había visto. Al día siguiente James le pidió que guardara el secreto y le explicó que estaba construyendo una máquina y le pidió ser su asistente.
“Me dijo que había construido su casa para hacer experimentos y que nadie sabía nada al respecto”, relata.”Luego vi una máquina que parecía un proyecto futurístico con una silla de metal con muchos conectores. Él me explicó que había construido esto con esfuerzos titánicos”.
“Finalmente me explicó que era una máquina del tiempo y luego me mostró un generador electrónico, que había llevado del laboratorio una noche antes. Le pregunté en qué le podía ayudar y me dijo que quería que fuera su rata de laboratorio para que hiciera un viaje en el tiempo”.
“Le dije que no y quedé en shock, pero me dijo que luego de mi viaje me ayudaría con la ciudadanía y entonces sería ciudadano estadounidense. Finalmente acepté y me llevó al año 5000. Era increíble. Aparecí en una plataforma de madera, y eso era parte de la ciudad. Era Los Ángeles, pero estaba bajo el agua”.
La gente vivía bajo el agua. En esa enorme plataforma de madera, se le apareció un hombre. Le preguntó de donde venía y le pidió que lo acompañara. Entraron a una casa de madera y dentro estaba el líder, que se llamaba Zach. Él le explicó la razón de la situación postapocalíptica. Todo había sido por el calentamiento global.
Según Zach, cuando se inundó todo gracias a que subió el nivel de mar, el crimen se disparó y la gente peleaba hasta por un pedazo de pan. La gente se mataba por un poco de agua limpia. La civilización se detuvo. Luego, en su viaje, Andrew tomó una foto de Los Ángeles bajo el agua, con una cámara que le dio James. El mayor problema en el futuro era la falta de agua pura y de comida.
Andrew también reveló que aunque los humanos tendrán un nivel de vida muy malo, son casi inmortales. Según esto, los humanos pudieron desarrollar la tecnología para hacerlos inmortales. Zach había nacido en el año 4,002 por lo que en dos años cumpliría 1,000 años y tendría 1,000 velitas en su pastel.
Cuando le preguntó a Zach porqué los gobiernos dejaron que sucediera eso, le respondió que en 4028, los líderes de la Tierra se preguntaron si era buena idea seguir invirtiendo en el bienestar de la humanidad. Así que se fueron a otra galaxia. La población de 4.5 mil millones de personas fue abandonada en la Tierra, a un sufrimiento eterno. “Luego se me nubló la vista y me desmayé, y desperté en el cuarto de James”, dice.
Semanas después, regresó a Armenia porque quería alejarse de todo lo que le recordara la máquina del tiempo. Esta es la entrevista: