En más de una ocasión, las arañas son y han sido motivo de sustos, escalofríos o hasta pesadillas, pero también son animales fantásticos y ofrecen funciones al ecosistema, como el control de plagas.
Aunque uno de tus superhéroes favoritos lleve como símbolo uno de estos animales, lo cierto es que son animales que son capaces de causar miedo casi al instante en que son vistas, y no sabemos si se deba a su forma, sus patas o solamente por ser arañas.
Australia es un país donde pueden ser encontradas especies de animales bastante extrañas como el ornitorrinco, wombats o ualabíes, pero esta vez las arañas son las protagonistas de esta historia.
Se trata de una especie conocida popularmente en Australia como arañas cazadoras, que son de color pardo y excelentes cazadoras durante la noche. Pueden desplazarse hacia ambos lados con gran agilidad y, en ocasiones, atacan a lagartijas. Están cubiertas de un exoesqueleto que les brinda un poco de protección contra otros depredadores y sus patas pueden alcanzar una longitud de hasta 15 cm. Además, cuenta con ocho ojos del mismo tamaño, de los que cuatro están orientados hacia la parte frontal, mientras los otros se mantienen vigilantes hacia otros ángulos.
So, for everyone saying it's Photoshopped, here is her actual video. pic.twitter.com/2Zcro0nra7
— 💧 Petie R 🇦🇺🌟💉💉💉😷🦄🌱🌈🌏 (@PrinPeta) January 28, 2021
Una mañana normal en las playas ubicadas al norte de Sidney, Australia, una niña llamó muy asustada a su madre porque algo horrible ocurría, a lo que su madre acudió rápidamente para auxiliarla, descubriendo que la habitación estaba repleta de estas arañas.
Esta especie se encuentra regularmente en lugares tropicales y busca lugares estrechos entre la madera para hacer su nido y fue en la habitación de esta niña donde encontró un lugar perfecto para hacerlo, pues había sesenta u ochenta entre las esquinas de las paredes y detrás de la cortina.
La mujer comentó que eran arañas cazadoras, que son inofensivas y es muy común encontrarlas en hogares australianos. El macho y la hembra tienen un noviazgo largo y pacífico que incluye cariñosas caricias mutuas. Su reproducción consiste en un saco de seda que contiene unos 200 huevecillos que ella misma cuida durante algunas semanas mientras las pequeñas crías van creciendo mudando de piel.
Además, optó por dejarlas ser y dejó que pasaran ahí el tiempo necesario. Esta decisión fue tomada porque consideró que había “arañas bebé” y que le gusta esa especie de arácnidos. También argumentó que se iban a retirar, que dejaría que la naturaleza hiciera su trabajo. Muchos de nosotros hubiéramos corriendo por un spray de insecticida para rociar toda la habitación.
De tal palo tal astilla, pues la hija menor de edad que dio aviso de esto bromeó con haber declarado que “no volvería a dormir nunca más en esa habitación”. Ella volvió a dormir plácidamente en el lado opuesto de la pared de donde fue encontrado el ejército de arañas.
Aunque esto no fue motivo de pánico para la mujer, los demás integrantes de la familia se mostraron incómodos con la situación, pues intentaron dejar la ventana abierta para que las arañas abandonaran la habitación. Sin embargo, el viento las empujó hacia adentro, dejando a algunas regadas por el suelo y colgando de su telaraña, a lo que se apresuraron a juntarlas en pequeños vasos.
Al día siguiente, todas las arañas que habían quedado en la noche ya se habían ido. La anécdota fue tomada con un gran sentido del humor, aunque muchos de nosotros hubiéramos optado por quemar toda la casa o fumigarla de cabo a rabo.
¿Qué hubieras hecho tú? Cuéntanos en los comentarios cómo es que hubieras solucionado esta situación, queremos leerte.