Cuando uno de verdad quiere ayudar a quienes no han tenido suerte en la vida, no teme hacer cosas que en otro contexto parecerían ridículas y atrevidas, como quitarte los pantalones en público.
Si ustedes estuvieran saliendo de un restaurante de comida rápida y vieran a un sujeto quitándose los pantalones a un lado de la entrada, tal vez dirían que algo anda mal, sobre todo si está haciendo frío afuera. Pero Daniel Richards tenía buenas razones para despojarse de esta prenda.
Él y su esposa salieron por algo de comida en la noche. Sin embargo, antes de entrar a una tienda de rosquillas en Fresno, California encontraron a David, un hombre sin hogar que solo usaba unos shorts y una chamarra. Este les preguntó si lo ayudarían con algunas monedas, pero la pareja todavía no tenía cambio para dárselo.
Al salir del restaurante, otra persona le había comprado una rosquilla a David, por lo que Daniel se puso a hablar con su esposa sobre cómo ellos podrían hacer algo por él.
Daniel y su esposa estaban pensando en ir por algo de ropa para regalársela, pero creyeron que si se iban, tal vez no lo volverían a encontrar. Así que él dijo que le regalaría sus pantalones deportivos.
Este buen samaritano pensó que sería sospechoso quitárselos en su auto y luego acercarse a este vagabundo. Por eso decidió salir del carro, caminar hacia él y en plena calle quitarse la prenda para dársela a David.
Este hombre sin hogar aceptó con gusto los pantalones, poniéndoselos de inmediato. Daniel le deseó suerte y regresó al carro, sin saber que su esposa lo estaba granando en video. Ella estaba narrando lo que había pasado y no pudo evitar llorar de orgullo.
Nos dimos cuenta de que no tenía pantalones, solo pantalones cortos para correr y parecía tener mucho frío. Después de subir a nuestro vehículo, mi esposo comenzó a decirme que no había forma de que pudiera irse sabiendo que ese hombre posiblemente se iría a dormir esa noche en la acera o detrás de un edificio sin pantalones ni mantas de ese tipo. Tuvimos una breve conversación cuando nos dimos cuenta de que era demasiado tarde para ir a la tienda y, antes de darme cuenta, mi esposo estaba saliendo del auto acercándose a David. Fue entonces cuando decidí sacar mi teléfono y grabar.
Más tarde ella publicó el video en la plataforma de TikTok, en donde la generosidad de su esposo se hizo viral. Todos los usuarios de esta aplicación aplaudieron este bondadoso gesto un poco exhibicionista. Ellos lo hicieron por caridad, pero se volvieron famosos en las redes sociales.
Nunca hubo ninguna intención de grabar esto por popularidad o fama o de aprovecharnos de este vagabundo. Mis intenciones se basaron puramente en el hecho de que, aunque conozco a mi esposo y hemos estado juntos por más de 10 años, él nunca ha vacilado en hacer lo correcto o tomar la decisión correcta.
Los deseos sinceros de ayudar son las cosas que debemos compartir con todo el mundo y esta clase de gestos generosos son los que merecen hacerse virales porque nos inspiran a hacer lo posible por apoyar a quienes más lo necesitan aunque eso implique hacer algo un poco absurdo.