Le llaman Dragón Azul por su obvia apariencia, pero su nombre científico es “Glaucus atlanticus”, y es una babosa marina que pertenece a la familia de los moluscos gastrópodo; sin embargo esta es única en su especie y está emparentada con la “Glaucilla Marginata”, otro miembro de la misma familia que se comporta de manera similar.
Es un molusco, al igual que el caracol. Su principal defensa reside en las medusas que come, ya que traga y almancena sus células irritantes sin activarlas, para luego utilizarlas y protegerse de depredadores y enemigos.
Posee un hidroesqueleto, es decir, un líquido que soporta su cavidad corporal. Además, para mantenerse siempre a flote, acumula una burbuja de gas en su estómago; dada a la ubicación de la misma, siempre flota al revés.
Tiene un pequeño tamaño de aproximadamente 3 o 4 cm. Y se caracteriza por poseer seis extremidades que se ramifican en forma de rayos, de las cuales las delanteras son las más grandes y gruesas.
Su instinto depredador los hace territoriales y se han visto numerosos casos de canibalismo cuando están reunidos varios ejemplares y cuando hay escasez de alimentos.
Se alimenta con peligrosas medusas e hidrozoos, con especial predilección por la Carabela Portuguesa, La Vela de mar también entra en su menú predilecto. El dragón azul es mucho más peligroso que estas y, como sucede en la mayoría de los nudibranquios aeólicos, aprovecha de ellas sus células urticantes para su propia utilidad y las acumula en su cuerpo hasta convertirse en un animal muy peligroso.
El veneno pasa a concentrarse en sus falsos dedos o apéndices al final de sus extremidades, que se conocen con el nombre de ceratas. La “Velella” también es uno de sus manjares preferidos. Solo se acerca su presa cuando realmente está hambriento y prefiere mantenerse libre en la superficie del agua.
La armadura bucal del Glaucus se basa en unas mandíbulas bastante desarrolladas en forma de sierra. Se pueden contar 45 dentículos en el aparato de masticación. Cuando cierra la boca queda herméticamente cerrada como una cremallera.
Son pelágicos, viven en el océano Atlántico, aunque se han encontrado ejemplares en otros océanos, incluso en las costas australianas. Prefiere sobre todo las aguas templadas y tropicales por lo que es más frecuente su avistamiento en Mozambique y aguas sudafricanas.
El nombre del género, Glaucus, viene de Glauco, un personaje en la mitología griega. Hijo de Poseidón y Nais, o quizá de Nereo y Doris, Glauco era ciertamente divino; sin embargo, el mito lo muestra como un humilde pescador.
Un día, después de mascar unas plantas mágicas, Glauco se metamorfoseó en un hombre sirena, con melena y barbas color verde alga y una cola enroscada como la de un pez.
Todos los nudibranquios son hermafroditas, alternan el sistema reproductor masculino y femenino, y hacen puesta de huevos
Aquí te dejamos dos videos para que veas con precisión esta rara pero sorprendente criatura.