Salt Bae fue el apelativo con que el carnicero y chef turco Nusret Gökçe, de 39 años, fue conocido en un meme de internet de 2017, que hacía burla de su pose al sazonar y salar un corte. Luego de ganar reconocimiento por su exposición al público, su acto de preparación de carnes para sus comensales se volvió icónico y una fuerte atracción para su cadena de restaurantes de cortes de lujo, que tienen sucursales en Turquía, Grecia, Estados Unidos, Reino Unido, Los Emiratos Árabes, Catar y Arabia Saudita.
Luciendo su propio nombre “Nusret” y un juego de palabras en el que el “Et” de “Nusr-Et” es el término turco para “carne”, el chef se ha vuelto un fenómeno mediático y publicitario, consiguiendo gran notoriedad con célebres comensales que se dan cita en sus steak houses exclusivas, que se han ganado la fama de caras y lujosas. Su propia historia de éxito, que parece sacada de una telenovela y que muchos detractores han calificado de “falsa”, le permitió pasar de una posición de anonimato a una de superestrella de los cortes de carne.
De chiste en línea a fenómeno mundial
Según su propio testimonio, los orígenes de Salt Bae fueron humildes, con problemas económicos en su familia que lo obligaron a dejar la escuela a los 13 años y trabajar como aprendiz de carnicero en Estambul, Turquía, durante 10 años. Luego relata que viajó por varios países reconocidos por su cultura cárnica y ganadera, tales como Estados Unidos y Argentina, donde dice que trabajó sin cobrar, con el propósito de acumular experiencia como cocinero y en la industria restaurantera. Al volver a su patria en 2010, el chef abrió su primer restaurante en Estambul y en 2014, su segundo restaurante en Abu Dabi. Sin embargo, su fama mundial no se dispararía sino hasta 2017.
En ese año, un video viral titulado Ottoman Steak publicado e 7 de enero en la cuenta de Twitter de su restaurante terminó con su bautizo como “Salt Bae”, que podría entenderse en slang de internet como “la sal ante todo”, haciendo referencia a su forma de sazonar con sal la carne, dejándola caer desde su mano y por su antebrazo hasta el platillo. Su apariencia afectada, así como sus gafas oscuras redondas, su cola de caballo y su vello facial bien arreglado le confirieron fama mundial como meme tras 10 millones de visitas a su video. Después de eso, su presencia en medios de información tradicionales y electrónicos lo catapultaron a la fama.
Un tipo controversial (no siempre para bien)
Salt Bae, con sus actitudes exageradas y poses grandilocuentes, no ha estado libre de escándalos y detractores. La más reciente polémica involucró a los mismísimos campeones del mundo, los jugadores de la Selección argentina. El restaurantero se metió en la cancha en el momento en que los campeones recibían la Copa y la tomó de sus manos, para sostenerla él mismo. Además, forzó a Messi a tomarse una foto con él, agarrándolo con fuerza de la mano para que pareciera “un apretón de manos”. Por supuesto, sostener la Copa del Mundo solo le está permitido a un selecto grupo de personas que incluye a los campeones del mundo y jefes de estado, por lo que todos están de acuerdo en que la personalidad de internet “se pasó de lanza”.
Igualmente, la personalidad culinaria nunca vacila en presumir su fortuna y los menos que razonables precios que maneja en sus restaurantes, como en una historia que se ha vuelto infame en su cuenta de Instagram, donde subió la cuenta de unos clientes suyos en Abu Dabi, en la que les cargó 167 478 dólares por una comida, a la que agregó la leyenda de “La calidad nunca es cara”. De ahí el mito de que la comida de sus restaurantes es ambrosía a pesar de que no son pocos los clientes que se han quejado de carnes “quemadas” y “tan exageradas en sal como en precio”.
¿No es tan valioso como creíamos?
https://youtu.be/U-krHJ-ZHoA
El joven mesero del restaurante Salt Bae en Istambul, quien estelariza un viral video, hace ver como si fuera algo fácil lo que hace… y lo que hace es, literalmente, tirar al suelo un trozo de carne que llega a tener un valor de varios cientos de dólares. Para ponerlo en perspectiva, el corte más caro del restaurante en Nueva York alcanza los 1100 dólares, aunque, según el ajuste a precios de Estambul, podría valuarse en unos 735 dólares… en pocas palabras, el chico acaba de tirar un corte de al menos cien dólares al piso y no pareció importarle en lo más mínimo.
El video ha llevado a varios detractores de Salt Bae y de sus restaurantes a señalar que, aparentemente, la carne que vende en realidad no tiene “el valor” que el restaurantero le atribuye con sus menús que están repletos de precios exorbitantes. Aun así, es innegable que el negocio de Nusr-Et va viento en popa y que a pesar de que mucha de la atención que recibe en los medios es poco amable, ninguna publicidad es mala publicidad y el chef se sigue mostrando públicamente en cada oportunidad que tiene.