El mensaje más inspirador en el momento menos indicado ha llegado: un joven renunció a su trabajo en una tienda de aditamentos para oficina y festejó en el estacionamiento del local abriendo una botella de champaña sobre el cofre de su carro y mandando a chiflar a su madre el horario laboral de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
El video que grabó para su TikTok comienza cuando anuncia su retiro a una mujer que parece su superior en la chamba y le dice que ya estuvo, que fue su último día. Ella reacciona de manera incrédula y le dice “no mam*s, ¿a poco sí?”, a lo que el joven responde “abuebo”. Luego sale de la oficina y pide a alguien más que lo grabe en el gran momento de su abdicación.
Entonces, mientras sale al estacionamiento, explica las razones por las que deja su trabajo fijo de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. y no dice nada que sea mentira, pues arguye que a las compañías les importa un cacahuate tu vida y el hecho de que la estés viviendo dentro de un local ocho horas diarias le parece insoportable. Pero también dice que no juzga a quienes les gusta el horario y la chamba Godín, simplemente ese no es su camino.
Acto seguido, saca una botella de champaña de su carro y grita “F*ck 9:00 to 5:00”, se sube al cofre del auto y festeja su renuncia mientras la champaña sale disparada de su envase como un geiser de desprecio hacia el trabajo que absorbe el mayor tiempo de nuestras vidas y, lo peor de todo, no paga por eso; como diría McLovin “a eso se le llama plusvalor”.
https://twitter.com/tacodealacran/status/1542537023474606080
El joven identificado en redes como “King C” ha dicho que se dedicará a sus grandes pasiones: la producción musical y la elaboración de artesanías. Además, ha dicho que hay que disfrutar la vida y si no eres feliz en el trabajo, lo dejes. También dijo que si no pones algo de valor y aprecio por ti mismo, las compañías no te lo darán.
Algunos han criticado que esa no es la manera de despedirse de un puesto de trabajo, pero qué importa si las reglas del trabajo, después de todo, son impersonales. Así debe marcharse cualquier empleado que sepa lo que es lidiar con compañías que hasta te cuentan el tiempo para ir al baño. Aplaudimos la valiente decisión de este varón, pero sabemos que no todos se pueden dar ese lujo, menos en tiempos tan difíciles de postpandemia.