Salvar la vida de 121 pasajeros al aterrizar de emergencia el avión, un aterrizaje con un grado de dificultad extra; así lo hizo este piloto que no tenía nada de visión, debido a una granizada gigante destruyó completamente el cristal de la cabina.
Todo estuvo bajo control gracias al capitán Alexander Akopov, que detuvo el aerobus A320 en el aeropuerto de Estambul el pasado jueves. Tras este hecho heróico este piloto fue merecedor de la presea del Coraje de la Orden Ucraniana.
In #Istanbul a #Ukrainian pilot landed a #Turkish #plane w/ 121 passengers on board – heavily damaged by hail storm & with zero visibility. pic.twitter.com/AL5RMf5iR1
— olexander scherba🇺🇦 (@olex_scherba) July 28, 2017
En Estambul, un piloto ucraniano aterrizó un avión turco con 121 pasajeros a bordo. Muy dañado por la tormenta y con nada de visibilidad.
El piloto se enfrentó contra granizos gigantes, del tamaño de pelotas de beisbol que impactaron con la ventana de la cabina, tan solo a 10 minutos después de despegar. El granizo causó tal efecto que destruyó la delantera del avión y causó severos daños en el cristal, dificultando la visión del piloto.
A continuación el video:
Este otro video muestra diferentes tomas del aterrizaje, algunos de ellos son tomados desde dentro del avión:
El vuelo había despegado de Chipre y pudo aterrizar, con un permiso especial, en Estambul, en donde los pasajeros rompieron a aplausos, contentos de sobrevivir un día más y agradecidos con su piloto por la misión.
No fue para menos, porque aterrizar un vuelo a ciegas es toda una hazaña, merecedora no sólo de una cerveza, sino de todos los barriles del mundo.