No existe nadie más fiel en el mundo que un perro y para comprobar el dicho de “el perro es el mejor amigo del hombre” tenemos muchas historias como la de Hachiko, que esperó a su dueño en la misma parada del tren, aún después de su muerte.
Esta es la historia de Luiz Gonçalves, un habitante de la calle que en el mes de diciembre fue internado en el hospital Santa Clara en Paraná, Brasil, por un derrame cerebral. Atrás de la ambulancia iban sus mejores amigos: sus perros.
Esta pandilla de 6 perros esperaron afuera del hospital aullando como desesperados, y no se movieron de ahí por todos los días que Gonçalves estuvo internado.
Cuando lo dieron de alta, su hermano pasó a recogerlo, pero salieron por otra puerta y los perros no lo vieron. El personal del hospital tuvieron que llamar a Luiz para que fuera a tranquilizar a los perros y que lo siguieran.
Junto a sus amigos, él vive en la calle desde hace 20 años, a pesar de que sus hermanos siempre han intentado ayudarlo, sus problemas psiquiátricos lo han mantenido al margen de su familia.
Según su hermano, hace tiempo le rentaron una casa, con un patio para él y los perros, pero Luiz se negó siquiera a entrar, pues “su casa era la calle”. En una ocasión sus perros fueron llevados a la perrera, pero se escaparon para irse con Luiz, porque no se le despegan.
Esta historia de fidelidad canina, se popularizó gracias a esta fotografía subida por una empleada del hospital, de los perros esperando en la puerta a su amo:
La foto iba acompañada de este pie de imágen:
Con tanta gente mal por ahí, hoy me encontré con esa escena. En el hospital en que trabajo, a las 3 de la madrugada, mientras su dueño (residente de calle) estaba siendo atendido, sus compañeros esperaban en la puerta. Una persona sencilla, sin lujo, que depende de la ayuda para vencer el hambre, el frío, los dolores, las maldades del mundo, tiene a su lado a los mejores compañeros, y el intercambio es recíproco. Intercambio de amor, cariño, calor, comprensión ,. Una persona que nos ha confesado que deja de comer para alimentarlos. No sé cómo es su vida, porque está en la calle, y no quiero saber y juzgarlo, pero admiro el respeto y el amor que tiene por sus bichitos. Verlos así, esperando en la puerta, solo muestra cuán bien son bien cuidados y amados. Pero no se que es lo mismo.
Posteriormente, el medio informático G1 compartió este video de como llegaba Luiz y los perros impacientes, esperando a la ambulancia en la entrada del hospital:
https://www.youtube.com/watch?v=Movlsnl7EHk
No cabe duda, los perros son nuestros mejores amigos, ojalá todos tuviéramos a alguien que nos procurara, como estos cachorros procuran a Luiz.