Ir con la abuela a ver una obra de teatro no suena tan atractivo, en especial si eres un joven con desesperadas ansias de futbol. Para Matías, un joven argentino, recibir esta propuesta de su abuela no le generó mucha emoción, por lo que prefirió seguir sus planes de ir a jugar un partido con su equipo. El destino es incierto, porque Mati no solo rechazó una salida al teatro, sino la oportunidad de conocer a su ídolo de cerca.
La entusiasta abuela invitó a su nieto Matías a ver la obra Inmaduros de Adrián Suar y Diego Peretti, en el teatro El Nacional, en Buenos Aires. La tierna nona esperaba que su nieto la acompañara, pero este puso de por medio un compromiso en la cancha para jugar un partido. La conversación de los familiares se dio a través de WhatsApp.
La idea de ver a Suar en el teatro no le apetecía nada a Matías, así que sugirió que la abuela invitara a Mica (no se especifica qué parentesco tiene). Sin más remedio, la abuelita fue al teatro sin su nieto, pero tanto ella como el resto de los asistentes a la función se llevaron una gran sorpresa, pues el ídolo del futbol argentino, Lionel “La Pulga” Messi, estaba como público en la obra.
Naturalmente, los hinchas argentinos se emocionaron con la presencia de uno de los mejores jugadores del futbol en el planeta y actual estrella del Paris Saint Germain. Por ello la abuela no dudó en abrir una herida para echarle sal y presumirle a Mati de lo que se había perdido por no acompañarla al teatro: “Mira quién vino Mati”, le escribió en un mensaje.
“La Pulga”, quien acababa de triunfar con la selección argentina sobre Venezuela, se quiso dar una espada cultural y disfrutar como cualquier otro de una obra de teatro. El futbolista trató de pasar desapercibido con una sudadera blanca, pero una figura como la de Messi es identificable en cualquier parte del mundo y su tierra rioplatense no fue la excepción.
Al finalizar la función, los artistas invitaron al 10 argentino a subir al escenario a recibir la ovación del público. La presencia del jugador dejó apabullados a los propios actores, pues los asistentes estallaron en aplausos y porras. Más tarde, el astro tuvo que dedicar un poco más de tiempo para tomarse fotos con sus admiradores.
Mati tal vez aprendió la lección de escuchar a la abuela cuando le hace una invitación y ahora seguro que la acompañará a todos lados, no vaya a ser que en una de esas se pueda tomar una fotografía con su ídolo. ¿Qué hubieran hecho ustedes?