En ocasiones escuchamos hablar de algunos avances tecnológicos, pero no tenemos ni idea de cómo funcionan, o creemos que eso solo sucede en las películas.
Las nuevas naves espaciales usan una loseta de protección térmica, la cual permite que la temperatura en la superficie, que puede alcanzar hasta los mil 260 grados centígrados, no afecte la estructura de aluminio, manteniéndola por debajo de los 177 grados.
Anteriormente, las naves usaban un escudo protector de ablación, el cual literalmente se quemaba durante el regreso, lo que protegía a los tripulantes, pero generaba que el transporte espacial terminará inservible.
Con estas losetas, de las cuales se aplican cerca de 23 mil a la nave, es posible controlar las temperaturas extremas que provoca la fricción en la atmósfera al regresar a la Tierra, así como las temperaturas bajo cero en el espacio.
Están hechas de cerámica recubierta de sílice LI-900, y el aislante que tienen, permite que el calor permanezca en su interior, pero no salga, de esta manera protege a la nave.
Para que veas una demostración práctica de esto, en un video nos muestran cómo se meten estos materiales a un horno que las deja al rojo vivo, ¡pero aún así es posible es tomarlas con la mano!
¡Increíble!