Esto es algo que seguramente habrás visto un sinnúmero de veces: padres que reprenden a sus hijos en lugares públicos, y peor aún, les dicen algunas cosas muy hirientes, como “perdedor”.
La gente los escucha y observa mientras están regañando a un niño, pero son pocos los que llegan a intervenir, ya que la mayoría considera que tal vez no es su asunto. La mayoría prefiere quedarse en silencio, no meterse en problemas y seguir su camino, incluso aunque se esté matratando al niño o incluso pegándole.
A veces es entendible, sin embargo, que hay personas que se acercan, de manera conciliadora, para decir una o dos frases que pueden generar grandes cambios.
Esto sucedió en un experimento social llevado a cabo por ABC, velo hasta el final y te aseguro que no te arrepentirás:
https://www.youtube.com/watch?v=1gvWm-qFiX8