¿Para qué alguien se robaría la tapadera de una alcantarilla? Ah, pues para no caerse en la coladera que acaba de destapar; pero desgraciadamente a este ladrón no le salió nada bien su plan y tuvo que irse sin otra cosa que dolor en el cuerpo.
Estamos de acuerdo en que la delincuencia está peor cada día y que las acciones de las autoridades no son suficientes para detener a los criminales. Pero hay una ley que sigue actuando de manera implacable contra todos los que obran mal: la ley del karma o la tercera ley de Newton si quieren algo menos místico.
Un ladrón en Colombia experimentó en carne propia la ley de que a toda acción corresponde una reacción, y por llevarse algo que no le pertenecía terminó perdiendo su dignidad y ganando mucho dolor.
Este delincuente levantó la tapa de una alcantarilla de las calles de Medellín. Esa losa circular era bastante pesada, pero este tonto ratero no se detuvo, logró zafarla y la cargó en sus hombros para irse de la escena del crimen.
El problema fue cuando giró su cuerpo, dio un pequeño paso hacia atrás y cayó en la coladera que acababa de destapar. Así es el karma: inmediato, irónico y siempre efectivo.
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El ladrón no entró completamente a la alcantarilla, una de sus piernas logró quedar en la orilla, el resto de su cuerpo azotó en el pavimento y la tapa del registro se le cayó de las manos.
Después de este intento de robo se levantó y se fue caminando, sobándose el cuerpo, con un motociclista de testigo. Pero el conductor no era el único que lo observaba, pues una persona había grabado todo el esplendor de su torpeza.
El video empezó a circular en las redes sociales y se hizo viral por la obvia razón de que obtuvo su merecido de una forma totalmente inesperada y poética. Este hombre de Colombia se volvió un caso más de rateros ineptos que no son buenos siendo malos.