Shay Bradley era un hombre que creía en el poder de la risa, siempre hacía bromas a todos y siguió provocando carcajadas de alivio incluso en su propio funeral.
Él era un abuelo veterano de las fuerzas irlandesas cuya especialidad eran los chistes y las bromas, y había preparado una grabación de sí mismo para cuando muriera y lo sepultaran. A excepción de sus hijos y su esposa, nadie más sabía que este hombre de Dublín tenía una última carcajada para todos.
Bradley falleció y el día de su entierro todos estaban reunidos alrededor de su fosa. De pronto, cuando las gaitas seguían tocando música para despedirlo, se escuchó la voz de Shay saliendo del agujero diciendo: “¿Hola? Déjenme salir, está muy oscuro aquí”, y también se escuchaban golpes como si tratara de abrir el ataúd.
Al principio muchos se sorprendieron, pero al ver sonreír a los hijos de Shay comprendieron que su última voluntad fue que pusieran la grabación para alegrar un poco una ocasión tan dolorosa. Su mensaje póstumo fue:
“Llamaba para decir adiós. Sé que mi muerte los pone tristes. Hola de nuevo. Hola”.
La hija de Bradley, Andrea, publicó el video de la última broma de Shay y fue tan conmovedora que se hizo viral en las redes sociales. Ya ha sido compartida más de 6,500 veces y tiene cientos de mensajes de condolencias para los Bradley:
El último deseo mi padre, siempre las bromas, ¡Los engañaste bien Poppabear y todos nos reímos justo cuando más lo necesitábamos! Te amaré por siempre.
Los funerales son ocasiones muy solemnes, tristes y en las que muchos no podríamos sentirnos alegres. Pero el abuelo Bradley nos hace pensar que las risas nunca deben de faltar en ningún momento y que una buena broma puede aliviar el momento más tenso.
Este es el video de la última y oportuna broma de Shay: