Cuando se combina una escasez real de un producto tan básico como el combustible, con las imágenes y videos de Internet que no siempre son confiables pero sí impresionantes, lo que tenemos como resultado son compras de pánico y descuidos que podrían resultar peligrosos.
En el sur de Estados Unidos están viviendo un aumento en los precios de la gasolina y una momentánea disminución en la cantidad de combustibles en estaciones de gas. En algunos sitios, el costo de un galón alcanza los 3.008 dólares, y esto fue causado por un ciberataque a la compañía Colonial Pipelines, la cual tuvo que detener sus operaciones y distribución.
Esta empresa suministra aproximadamente el 45 por ciento de gasolina en la costa este de Estados Unidos y debido al sabotaje que sufrió, las personas hicieron filas en sus automóviles para abastecerse de combustible antes de que se acabe o su precio siga aumentando.
El detalle es que junto con la noticia del ataque a Colonial Pipelines, también comenzaron a circular imágenes y videos en internet de personas llenando bolsas de plástico con gasolina y guardándolas en su cajuela sin ninguna precaución.
Sin embargo, hay que decir que este material no es lo que parece. En primer lugar, la fotografía de la cajuela llena de bolsas con gasolina en realidad ocurrió en el 2019 en México, cuando dos hombres las llenaron para robarlas de una estación de gas en Puebla.
En cuanto al video de la mujer que llena una bolsa de plástico que se rompe y luego usa otra bolsa para subir el combustible a su cajuela, también es real, pero no es reciente. Este fue tomado en Texas en diciembre del 2019. Sin embargo, al tratarse de un mal almacenaje de gasolina, volvió a hacerse viral.
Las fotos y videos virales ocasionaron que aumentara el número de personas formadas en las estaciones de gasolina, haciendo compras de pánico, al grado que el gobierno de Estados Unidos tuvo que hacer la advertencia pública de que se usaran contenedores adecuados cuando lleven combustible de las estaciones.
Utilice únicamente recipientes aprobados para combustible. Siga las instrucciones del fabricante del recipiente de gas para almacenar y transportar gasolina. NUNCA vierta líquidos inflamables de un recipiente sobre una llama expuesta. Sabemos que esto suena simple, pero cuando las personas se desesperan, dejan de pensar con claridad. Asumen riesgos que pueden tener consecuencias mortales. Si conoce a alguien que esté pensando en llevar un recipiente que no sea para combustible para obtener gasolina, infórmele que es peligroso.
Por supuesto que cuando nos domina el miedo dejamos de pensar correctamente, y si aparte le añadimos que nos dejamos impresionar por videos e imágenes en Internet aunque sean de años pasados, las compras de pánico se vuelven una situación con peligro potencial.
Aunque sea una advertencia que raya en lo obvio y ridículo, quizá no está de más un comunicado oficial para recordarnos que debemos usar el sentido común y no exponernos a daños por un descuido.