Todas las compañías automotrices presumen tener el coche más veloz, pero la verdadera prueba se hace en la pista y en la carrera solo hay lugar para un vencedor.
La marca Dodge creó al poderoso muscle car Charger Hellcat y alardeaba que era una de sus mejores creaciones. Realmente es un estupendo auto; sin embargo, su velocidad no fue competencia para un Ford GT40, un clásico que ha estado en las mejores carreras de la historia.
Durante el evento automovilístico No Fly Zone Midwest, de Omega Motorsport, apareció en la pista este Ford GT40 que fue construido por Superperfomance en la década de los noventas.
Este clásico restaurado fue equipado con un motor Dart Block V8 que alcanza a producir 500 caballos de fuerza en su tracción trasera. Parecía un competidor lento en comparación a los demás coches que se presentaron al evento.
Uno de los más poderosos competidores era el Dodge Charger Hellcat, que lleva bajo su cofre un motor V8 de 6.2 litros que le permite desarrollar hasta 797 caballos de fuerza. A todas luces sería uno de los autos más destacados de la carrera.
En teoría el muscle car de Dodge tendría que haber sido el ganador por la diferencia de sus caballos de fuerza y la tecnología más avanzada con la que fue construido. Pero al momento de la verdad, el Hellcat mordió el polvo del Ford GT40.
Estos autos se alistaron, compitieron en una carrera de 800 metros y el ganador fue el GT40. Este “abuelo” de los muscle cars demostró que todavía tiene el poder suficiente para vencer a un titán del automovilismo como lo es el Hellcat.
Ver a estos legendarios autos competir siempre es un placer, y más cuando el resultado nos deja a todos con la boca abierta, pues parece que la experiencia sigue venciendo a la tecnología.
El GT40 compitió con otros vehículos como un Golf R y un Mustang; venció a los dos. Solo fue derrotado por una motocicleta Kawasaki Ninja ZX-14, pero su superioridad frente a otros carros quedó probada.
Este es el video donde pueden ver a este clásico Ford dejando a atrás a los coches “modernos”.