El precio de los productos en los sitios turísticos mexicanos son mayores que en otros lugares. Además, en destinos que son frecuentados por extranjeros, los precios suelen ser aún mayores, pues se cobran en dólares, pero cuando los comerciantes realmente se pasan de lanza, el asunto pasa de ser mera codicia a convertirse en un auténtico delito. Lo bueno es que la gente no se deja.
El usuario de TikTok @alexrs4 captó cómo una mujer en Tulum le exigía a un vendedor fraudulento que respetara el precio que le había dado. Cuando se dio cuenta de la estafa, la clienta no dejó ir al pillo y agarró la charola del vivales y desparramó su producto sobre las blancas arenas del sureste mexicano.
El bribón atrapado infraganti
https://twitter.com/IncomodoGDL/status/1623343017623953408
El asunto fue una clásica estafa: el tramposo le ofreció empanadas a una turista en un dólar, la mujer le dio poco más de 26 dólares, por lo que esperaba cambio, pero el muy vivo dijo que así quedaban a mano. Ante ese atropello, la mujer no dejó que se marchara el pillo y lo persiguió para evitar que huyera con su botín. Al verse atrapado, el hombre empezó a llamar a voces a sus colegas en la playa, pero sus gritos de auxilio fueron desoídos.
En lo que recogía la tapa de su bandeja tipo tupperware, la mujer, que ya se había resignado a no tener de vuelta el dinero que el ladrón tomó, volcó el recipiente de las empanadas en la playa y se alejó, enfadada pero también aparentemente algo arrepentida de haber tenido que llegar tan lejos para hacerse justicia.
Los refuerzos del bribón ni a recoger le ayudaron
Así acabó este hombre después de quererle vender una empanda en 500 pesos a una turista en Tulum. Recogiendo sus cosas de la arena. pic.twitter.com/WAfIYt2lb9
— tacodealacran (@tacodealacran) February 11, 2023
A pesar de que el vendedor playero estuvo invocando a “la caballería”, o sea, a otros vendedores ambulantes en la playa para deshacerse de la mujer que exigía el dinero que le había robado, “los refuerzos” lo dejaron solo para enfrentarse (y perder) ante la furiosa turista.
Cuando todo estaba dicho y hecho, el amigo de lo ajeno se quedó solo en la playa. Difícil sería no empatizar con el tipo al que casi le salían lágrimas mientras recogía sus especies arruinadas si no conociéramos la situación que lo llevó a eso, claro está. De hecho, hasta es posible escuchar a algunas bañistas decir “pobrecito” luego de que su mercancía terminó contaminado las arenas de la playa, pero cuando sabes que se acababa de robar lo suficiente para hacerse de otra tanda completa de empanadas, la lástima se te pasa de volada.
Las redes son “equipo señora”: Guarda el cambio…
Según se evidenció en los comentarios al video, muchos usuarios han sido víctimas de abusos similares por parte de comerciantes en las locaciones con atractivos turísticos, con comentarios como “¿O sea que no son solo los taxistas los abusivos?”, “A mí me pasó lo mismo recién, me dijeron que 50, quise pagar en pesos y me querían sacar dólares”, “Le tiró 10 empanadas de 0.5 USD, aún con todo sacó 20 USD de ganancia”.
Aunque en la grabación, unas bañistas pueden ser escuchadas comentando frente a la escena “No ma**s, le tiró su venta, qué fea, vi**a panzona”, es solo porque no sabían la situación que llevó a la desesperada clienta a, por lo menos, reducir las ganancias que el vivales sacó con su ardid, mientras que en las redes, la gente aplaudió que se hiciera “justicia por propia mano”, proclamándose “equipo señora”. Sin embargo, lo cierto es que la cosa terminó con pérdidas y la autoridad debería intervenir para evitar este tipo de incidentes.