Cuando Nick Drummond y Patrick Bakker se mudaron a este lugar, sus vecinos les contaron que perteneció a un contrabandista de alcohol. Creyeron que solo era una vieja historia, hasta que encontraron muchas pruebas en forma de botellas de whisky.
La casa en el pequeño pueblo de Ames, en Nueva York, fue construida en 1915 durante la era de la Prohibición en Estados Unidos. Su dueño era el conde Adolf Humpfer, un alemán que siempre estaba envuelto en el misterio y el escándalo, y se dedicó a contrabandear licor durante la Ley Seca.
La casa estuvo deshabitada por largo tiempo, hasta que Nick y Patrick la adquirieron en el 2019. Un año después comenzaron a hacerle las reparaciones y remodelaciones que necesitaba y durante ese proceso fueron descubriendo que la leyenda del contrabandista era realidad.
Nick es diseñador y conservador histórico, y mientras estaba quitando los faldones de madera exteriores, un extraño paquete salió del interior. Se trataba de un whisky escocés de etiqueta Old Smuggler Gaelic, envuelto en seda, tela y paja.
Me dije ‘¿qué es eso?’ Estaba muy confundido. Estaba mirando y había heno por todas partes, papel y vidrio… Vi otro paquete y es esta botella de whisky. Dije: ‘¡No puede ser! Esto es un alijo de whisky’. Y es como si, de repente, apareciera la historia completa del contrabandista.
– Nick Drummond
Al ir quitando más trozos de madera fueron descubriendo más paquetes similares con botellas de whisky, y poco a poco fueron descubriendo más botellas escondidas en diferentes partes de la casa. Por ejemplo, en el ático había una escotilla secreta en el piso y adentro había más whisky escondido.
Hasta ahora han encontrado más de 66 botellas del Old Smuggler Gaelic, y ellos empezaron a documentar los hallazgos y reparaciones de la casa en una cuenta de Instagram. Obviamente esto llamó la atención de todos y ahora tienen más de 57 300 seguidores que esperan saber dónde más hay botellas de whisky… y, sobre todo, cómo podrían adquirir una.
Nick y Patrick empezaron a catalogar y evaluar la condición de las botellas. De todas las que han encontrado 13 de ellas están llenas, pero solamente nueve están en buenas condiciones. Todavía no han probado estas bebidas destiladas antiguas, que fueron fabricadas aproximadamente entre 1920 y 1933.
Se trata de un whisky que se ha añejado casi durante 100 años. Además, al ser evidencia de las actividades ilegales durante la Ley Seca, muchas personas están interesadas en conseguir su botella del contrabandista Humpfer.
Los actuales dueños de la casa planean venderlas a un precio de 1000 dólares y aunque parece caro, seguramente valen cada centavo. Ellos solo querían una casa antigua y terminaron descubriendo un verdadero tesoro histórico.