A poco más de un año de que surgiera el primer caso de Covid-19, hasta donde se sabe en el mercado de Wuhan, China, donde las condiciones insalubres y el comercio de especies exóticas con fines de consumo humano, como una supuesta “sopa de murciélago” que sería la que desató la pandemia (algo que no está comprobado), la situación de falta de control sanitario no ha cambiado.
Si bien es cierto, cuando se descontroló la pandemia las autoridades tomaron medidas como el cierre temporal y la prohibición del comercio de ciertas especies, así como de la venta de aves vivas en este lugar, parece que todo se ha relajado y de nuevo continúan como anteriormente lo hacían, lo que sin duda implica un grave riesgo para la salud, como ya sucedió, por lo que la alerta debe encenderse.
Personas encubiertas de la organización Igualdad Animal acudieron desde el mes de mayo a varios de los llamados “mercados húmedos” como los de Wuhan, Guangzhou, Dongguan, Guilin, Nanning y Liuzhou, y por desgracia comprobaron que siguen funcionando como si nada hubiera pasado, aunado a la crueldad con que se trata a los animales y la venta libre de prácticamente cualquier especie que el cliente pida.
Descubrimos que en medio de una crisis a la que se están enfrentando nuestros sistemas sanitarios, sociales y económicos, estos sitios aún siguen operando. Los animales aún son criados, transportados y tratados con extrema crueldad y en entornos no sanitarios que fomentan la propagación de nuevos virus.
-Igualdad Animal
El objetivo de esta y otras organizaciones es que cierren definitivamente este tipo de mercados, por el alto riesgo que representan y por el trato lamentable que reciben millones de animales cada año, pero esto parece muy complicado ya que miles de personas obtienen ingresos de estos lugares y no están dispuestos a un cierre definitivo, además de que por décadas se han manejado de esta manera y eso hace que acepten nuevas medidas para un funcionamiento más higiénico.
Desafortunadamente no solo en China operan estos mercados, sino que alrededor del mundo existe la venta indiscriminada e insalubre de miles de animales diariamente sin que las autoridades puedan tener control y también hay que decirlo, sin que los clientes dejen de pedir estos productos, ya que si no existiera demanda, no se pondrían a la venta, así que aquí la responsabilidad es de todos.