Un video llamado Ectolife Artificial Wombs (o Ectolife Úteros Artificiales, en español) se convirtió en la sensación de YouTube al espantar a algunos e ilusionar a otros con una propuesta de desarrollo artificial en masa de seres humanos en un entorno que parece sacado directamente de Gattaca: Experimento genético (1997), Matrix (1999), La Isla (2005) e incluso de El ataque de los clones (2002). El video muestra una tecnología que parece el sueño guajiro de algún tecnólogo hipster de primer mundo… y, de hecho, lo es.
Hashem Al-Ghaili, de 32 años, el responsable del video de Ectolife, es un hombre yemení con preparación como maestro en biotecnología molecular por parte de la Universidad Jacobs en Alemania y que se que se dedica a la difusión científica por medio de sus contenidos audiovisuales impactantes, teniendo millones de visitas regulares para su contenido. Ectolife es su experimento mental más reciente y en él muestra al mundo las maravillas y los horrores de la posibilidad de un futuro donde los bebés son creados a modo en ambientes 100 por ciento artificiales.
Una promesa increíble
Ectolife Artificial Wombs es un video de ciencia ficción en el que una voz femenina, muy a la usanza de los videos promocionales de las grandes compañías y corporaciones farmacéuticas, ofrece una solución idílica a cualquier problema que pudieras tener. Sus “granjas humanas” dicen poder “cultivar” hasta 30 millares de bebés al año, con garantía de perfección y autosustentabilidad que además propone acabar con cualquier crisis poblacional (el video pone como ejemplos de posibles clientes interesados en ese aspecto del proyecto a Japón, Bulgaria y Corea del Sur).
¿Infertilidad? ¿Condiciones médicas? ¿Edad avanzada? No hay problema, Ectolife promete futuro para quienes deseen descendencia biológica propia a pesar de cualquier problema que pudiera impedírselos de manera natural. La proyección que emplea Al-Ghaili en su video es superconveniente: el parto ocurriría sin dolor y “tan solo presionando un botón”, mientras que las enfermedades genéticas serían eliminadas durante el proceso de “creación” (no gestación) del “producto”… sin dolor, conveniente y controlado. Hasta ofrece una “entrega” con prueba de ADN gratuita para que “sepas que el bebé que te llevas a casa es genéticamente tuyo”.
¿Un futuro distópico?
No son pocos quienes se sintieron alarmados al ver el video de Al-Ghaili, pues su propuesta es tan fuera de serie como controversial: un laboratorio que podría haber salido de la mente de las hermanas Wachowski, cultivando bebés en serie como si se tratara de algún tipo de “producto de lujo” proveído por una compañía que, por supuesto, solo quiere lo mejor para ti. Asuntos morales desde la eugenesia artificial hasta la propiedad legal del ADN copiado fueron objeto de discusión entre las personas que vieron el clip, quienes vislumbraron lo peor de algunas de las obras de ficción que han abordado dichos temas en el pasado.
Desde sus parangones con otros infiernos futuristas hasta el tono corporativo con el que se busca vender la idea, es posible imaginar a este tipo de tecnología utilizado para crear ejércitos (Lucas lo hizo ya), para que megamillonarios puedan reemplazar descendientes o herederos incómodos con nuevos hijos genéticos hechos a modo con características escogidas a la carta e incluso para justificar nuevas generaciones libres de imperfecciones y quienes no nacen así son “personas de tercera”. A esto podemos sumar cualquier otro tipo de explotación a la posibilidad de tener recursos humanos ilimitados, disponibles a la orden y a vuelta de correo.
Como crear a tu personaje en un MMORPG
El proceso de gestación de los bebés propuesto por Ectolife recuerda fuertemente al proceso de creación de personaje tan común en los entornos en línea y particularmente en los juegos de rol de multijugador en masa (o MMORPG, por sus siglas en inglés). El video promete que todo el proceso de desarrollo del bebé puede ser monitoreado por medio de tu teléfono celular y que los parámetros de tu hijo/hija, como color de ojos, cabello, piel, fuerza física, altura y hasta nivel de inteligencia, pueden ser controlados digitalmente durante su desarrollo. Así, parece que estás creando un avatar en línea que esperando a tu descendencia.
Desde los detalles más hipsters de la tecnología, como la posibilidad de escoger el soundtrack para el desarrollo de tu bebé, hasta poder ver cada etapa de su gestación en tiempo real, con timestamps para compartirlo con tus amistades o para que le cantes karaoke al feto, esta mezcla entre fantasía geek y horror corporativo distópico sirve al menos como una interesante forma de poner sobre la mesa nuevamente el debate de las tecnologías que potencialmente podrían ayudar a mucha gente necesitada, pero que, al final de cuentas, tiene potencial para convertirse en una herramienta de control inmoral.