Muchas veces, la educación es vista como un objetivo en sí misma: estudiar mucho significa “triunfar”, por lo que la persona que estudia más es la que “más victorias” tiene en la vida. Si durante tu vida de estudiante tuviste las mejores calificaciones, esto te depara un brillante futuro y el éxito en todo lo que te llegues a proponer. En algunas culturas, el éxito en la escuela es de tal importancia que no conseguirlo es un infortunio insalvable.
En la prefectura china de Zhengzhou se hizo público el caso de un hombre que pasó un año dándole clases particulares a su hijo, que le permitirían, en teoría, desempeñarse envidiablemente en el terreno académico. En vez de eso, el chico sacó 6 puntos de 100 en su examen final, dejando al padre ahogado en lágrimas, hecho que fue filmado por su esposa.
No tuvo ningún caso
https://youtu.be/cgx5-pQGHZY
Compartido originalmente a través de Weibo, un servicio de microblogs chino, el video de un padre emocionalmente destrozado y en lágrimas podría interpretarse como el sufrimiento de alguien cuya vida había sido marcada por la tragedia o que había perdido algo que nunca podría recuperar. En cierto modo fue así, pues “perdió” todo un año dándole clases remediales de matemáticas a su hijo, para que terminara reprobando.
El video muestra al hombre lloriqueando y enjugándose las lágrimas frecuentemente mientras su esposa lo graba entre risas. El señor dice que ya no tiene caso, que el esfuerzo fue desperdiciado. Ella confirma, por el subtítulo del video, que efectivamente, lo vio ayudando a su hijo a estudiar todos los días durante un año, pero le resulta divertida la emocional reacción de su marido al 6 sobre 100 que obtuvo su retoño.
De mal en peor
Según la narrativa, la medida extraordinaria de mantener un régimen de estudios adicional en casa todos los días había sido implementada para “corregir” los problemas del muchacho, que no lograba levantar sus calificaciones bajo ninguna circunstancia. El padre decidió llevar a cabo sesiones de revisión de contenidos todas las noches.
El muchacho tenía una racha que no era muy prometedora. A pesar de haber alcanzado 80 o 90 en algún momento, también había llegado tan bajo como a un 40 o un 50, lo que llamaba a tomar medidas desesperadas. En el momento en el que los padres del muchacho recibieron las transcripciones del examen final de su hijo, el 23 de junio, el nuevo récord histórico de tan solo 6 puntos rompió el corazón del padre.
Sin importar qué haga, todo el esfuerzo se desperdicia. Ya es momento de dejar que se las arregle por su cuenta.
La educación: camino a un mejor futuro
En China, los niños tienen inculcado el principio de investigar y responsabilizarse de su propio aprendizaje; sesiones de seis horas de autoestudio en casa por parte de los jóvenes no es nada raro y es alentado por los padres, que quieren que sus hijos sigan estudiando a nivel superior para obtener un trabajo bien pagado.
Además de eso, desde su más tierna edad, los jóvenes chinos reciben el mensaje de que deben enfocarse en conseguir calificaciones y resultados buenos en sus exámenes, por lo que están acostumbrados a que se les exija procesar grandes cantidades de información en poco tiempo. Pero eso no es todo, pues también se espera de ellos resultados sobresalientes en las evaluaciones.
No necesariamente es el mejor método
A pesar de que podría parecer lógico que a más estudio, mejores resultados y a mejores resultados en la escuela, mejor trabajo y vida, la verdad no es tan simple, pues el sistema de educación chino también tiene sus problemas, ya que a veces es muy exigente, al grado de afectar negativamente la vida de sus estudiantes.
En el caso del señor, que con toda la buena intención del mundo procuraba asegurarle un mejor futuro a su hijo, quizá, sin quererlo, hasta lo perjudicó, poniendo un peso extra sobre sus hombros. Incluso hay quienes creen que el niño sacó mala calificación a propósito. Lo único cierto es que no es el fin del mundo y hay que seguir adelante.