Luego de cientos de pruebas fallidas, de una tonelada de ensayos y errores y de estar a punto de perder una extremidad, el inventor de garage, Colin Furze, ha logrado crear la primera moto voladora.
Parece todo un sueño hecho realidad para los amantes de la ciencia ficción, y seguro para los motociclistas. Aunque todavía hay que tener cuidado de no perder un brazo o una pierna al utilizarla…
“Esta es la cosa más extravagante que he montado nunca. Ha sido un proyecto interesante. Hemos intentado todo tipo de ideas; hemos desechado muchas más; hemos añadido algunas cosas hasta que empezamos a ver los resultados”.
Realmente da miedo ver cuando se eleva y empieza a deslizarse en el aire, con todo a la vista, aunque sin duda parece un buen paseo. Para ser un fontanero que se tomó un par de semanas en su garage, no creo que esté tan mal, ¿no?”
No está mal; nada mal.