Jugar con cerillos es fascinante siempre. La manera en que la violenta reacción química produce una poderosa y muy fugaz flama, fue la inspiración de este joven que construyó una Estrella de la Muerte de cerillos. Tardó un año en construirla y luego, claro, la quemó.
1. La idea
“wallacemk” jugaba con cerillos cuando se le ocurrió la idea, y un año más tarde, la materializó completa, fascinando a Internet.
“Me tomó 10 meses y creo que me costó unos 500 dólares”, dice Wallace sobre su gigantesca bola fabricada con 42,000 cerillos. Pero aunque parece sencillo, no es nada fácil pegar los más de 40 mil cerillos. Fue una tarea que requirió mucha dedicación y paciencia.
2. Cómo hacer la esfera
Con todo y el trabajo que le costó, no dudó ni un segundo en encenderlos. Wallace, originario de Nueva York, tuvo que utilizar un software para modelar la esfera.
“Me di cuenta de que los cerillos son ligeramente más grandes en el largo de sus cabezas, eso me hizo pensar en qué podría pasar si empezaba a pegarlos unos con otros. Me imaginé que se formaría una esfera, y me decidí a descubrirlo”.
“Cuando empezé estaba interesado en ver cuántos cerillos serían necesarios. Compré 300 cajas de cerillos de la tienda de la esquina (seguro pensaron que estaba loco), pero necesitaba saber si eso no me iba a llevar a la quiebra. Luego empecé a jugar con el software Rino para tener un sentido de qué tipo de esfera se formaría”.
“Usé un ángulo de 0.82 para tratar de encontrar el círculo que crearían los cerillos, basado en su forma. Según el programa, si todos los cerillos fueran iguales, tendría un círculo de 439 cerillos. Luego con una fórmula, calculé la superficie de la esfera que resultó de 977.405 pulgadas cuadradas. Eso significaba que necesitaba 62,654 cerillos”.
3. Empezó a pegar
Luego, empezó el proceso de pegado. Según Wallace, la mejor manera de articular el estado emocional mientras pegaba todos esos cerillos por horas y horas, es una foto:
“¡Mi teoría funcionaba y la esfera empezaba a formarse!”, dice. “Esta otra foto marca un punto de inflexión en mi euforia, cuando finalmente tuve idea de cuánto tiempo, dinero y esfuerzo iba a ocupar en la esfera. La forma empezaba a formarse, pero tomaba mucho tiempo solo pegar unos pocos cerillos. Los ponía en un círculo que crecía y crecía, pero no tan rápido como hubiera querido”.
4. El desarrollo
Llegar a la mitad fue deprimente, señala Wallace, pero estaba decidido a terminar. “Tuve que dejar de perseguir la idea de la esfera perfecta cuando vi que no había podido mantener un crecimiento perfecto a simple vista”.
También se dificultó pegar los cerillos cuando se fue cerrando la curva. “También tengo que hacer notar que hice todo el trabajo en un taller de herrería, por lo que me resultó muy difícil mantener las chispas alejadas de mi creación. Gracias a mis jefes y compañeros que me dieron un espacio, pude lograrlo”.
5. La esfera al fin
En esta foto se puede ver lo extraño que se hizo la esfera al final. No fue un globo perfecto pero era algo muy satisfactorio de ver:
“Los cerillos tampoco resultaron exactamente del mismo color y no sé porqué cambió de forma como lo hizo. La energía potencial era realmente palpable. Y trabajar durante 10 meses en esta esfera, realmente valió la pena”.
6. Las infernales llamas
Luego solo quedaba encender la reacción en cadena:
Ahora sí, este es el video: