Casi nadie se toma el tiempo para leer las letritas que aparecen con fondo azul al principio de las películas, que hablan sobre enormes multas y cárcel, advirtiendo que la piratería es un delito grave. A la mayoría de la gente se le hace fácil ignorar eso y seguir adelante con su robo de propiedad intelectual, pero cuando les cae el zarpazo de alguna corporación de entretenimiento, sí que les empiezan a parecer más serias las mentadas letras pequeñas.
Ahora resulta que Cobbler LLC, encargada de proteger los derechos de la película The Cobbler o Zapatero a tus zapatos en Latinoamérica, ha demandó a varias personas por descargar ilegalmente la cinta y el usuario de TikTok @andresprince_realtor, de nombre Andrés Torres Prince, platica su experiencia al ser demandado por la compañía de Adam Sandler durante su primer año viviendo en Estados Unidos.
Sin deberla ni temerla
Andrés narra que cuando aún iba a la escuela, durante su primer año en Estados Unidos, le llegó a su casa un paquete a la puerta de su casa que lo sacó de onda porque él no había pedido nada. Vaya que se llevó una sorpresa cuando abrió el paquete y se dio cuenta de que era una demanda a nivel federal contra él por haber bajado ilegalmente una película de Adam Sandler, la de Zapatero a tus zapatos. Aunque al principio pensó que era una broma, cuando lo citaron a la Corte notó que era una terrible realidad.
Su abogado asignado gratuitamente le informó que el asunto estaba peliagudo porque la compañía Cobbler LLC se estaba encargando de demandar a todos los que habían descargado ilegalmente esa película de Sandler, aparentemente porque había sido un rotundo fracaso en taquilla y ahora querían recuperar algo. Recordemos que las penas por piratería en Estados Unidos son del orden federal y llegan a ser de 150 mil dólares y cinco años de cárcel o una multa de 250 mil dólares. Obviamente para un chavo de 20 años (esa era la edad de Andrés en el momento de la demanda), eso lo hizo sentir que el mundo se le caía encima.
Un As bajo la manga… que no sirvió
Cuando ya estaban en la Corte, los demandantes dijeron que Andrés había usado la plataforma Popcorn Time, que usa un protocolo de BitTorrent para bajar shows y películas desde las computadoras de otros usuarios (pares) para verlas en el reproductor de video integrado en el software cliente que las descarga. Sin embargo, Andrés sabía que para usar ese software era necesario Android y él nunca había usado ese sistema operativo, por lo que usó en su defensa que era imposible que hubiera bajado esas películas con su teléfono que era un iPhone.
Sin embargo, el abogado de Cobbler LLC presentó inmediatamente una lista de las películas que se habían descargado desde la dirección que le tenía asignada por ComCast. Entre las películas habían 150 títulos que incluían desde Los pingüinos de Madagascar y Las Tortugas Ninja hasta Magic Mike, todas películas que su hermano había bajado a su celular. La cosa es que aunque no las hubiera bajado el chavo directamente, él es responsable de todo lo que se hace con su internet, por lo que, a pesar de que hubiera sido su hermano, él era responsable de lo que se bajaba desde su servicio de Internet. Lo tenían con la soga al cuello.
En mi vida vuelvo a ver una peli de ese w*y
Ahí, el equipo de abogados de Sandler le presentó dos opciones: seguían peleando a ver si ganaba o llegaban a un acuerdo, en el entendido de que podían acusarlo con las compañías dueñas de las otras 149 películas. Así que Andrés, todo intimidado, tuvo que aceptar el acuerdo que le proponían para cortar por lo sano. Cobbler LLC le puso sobre la mesa que si pagana tres mil dólares, retiraban los cargos a nivel federal, se quedaba sin récord y no le decían a las otras compañías que les había robado. El joven, bien asustado, aceptó el trato, contactando a sus dos hermanos para que se cooperaran. Así, por los pelos, se salvó del lío legal.
Ya recapitulando, Andrés cuenta que si le pasara ahora, que ya es mayor y tiene más experiencia, hubiera peleado para no tener que pagar lo que le exigían. Aparentemente, él fue solo uno de los 519 acusados de robar la película, incluyendo a 26 que usaban el mismo servicio de internet que Andrés (ComCast) y 11 de ellos usaron el servicio de BitTorrent Popocorn Time. La cosa es que en su momento, por su juventud e inexperiencia, fue víctima de la presión legal, pero ahora contrataría a un abogado y pelearía hasta las últimas consecuencias. Lo que sí es que se lo ha tomado con filosofía.
Ten cuidado con a quién le das tu clave de Internet, no infrinjas derechos de autor y no vuelvas a ver en tu vida una película de Adam Sandler.