Caballeros, tal vez muchos de ustedes hayan visto programas como El Precio de la Historia, donde gente común lleva a una casa de empeño sus más preciadas posesiones con la esperanza de venderlas a un buen precio y deshacerse de ellas. Lo satisfactorio de esos shows es cuando una persona llega con un artefacto extraño que le costó dos dólares y termina vendiéndolo en 30 mil… A eso le llamo suerte.
Bueno, al hombre de nuestra siguiente historia le pasó algo similar al llegar con su viejo Rolex al Antiques Roadshow, un programa donde personas llevan a evaluar sus antigüedades y obras de arte ante un especialista que al final les da una cifra aproximada de lo que en realidad valen sus objetos.
Un veterano de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos llegó con un Rolex que compró y que nunca usó. El exmilitar relata que estuvo en Tailandia en los años 70 y notó que los pilotos de aerolíneas comerciales usaban relojes Rolex, por lo que asumió que era una marca respetada, así que ordenó un Rolex Oyster Cosmograph Reference 6263 que en aquel tiempo le costó 345 dólares. Si le preguntan hoy en día a un coleccionista tal vez diga que fue una verdadera ganga, tomando en cuenta que en 1974, cuando el reloj se ordenó, los soldados ganaban entre 300 y 400 dólares al mes.
A pesar de que el reloj era a prueba de agua, el veterano decidió que era demasiado bonito para bucear en agua salada con él, o para usarlo estando en la base, así que lo guardó en una caja de seguridad con el embalaje y los papeles originales. El hombre relata que solo lo retiró un par de veces para admirar su inversión, pero que jamás lo usó de nuevo.
Y ustedes dirán, ¿qué tonto compra un Rolex y no lo usa? Bueno, déjenme decirles que ni tan tonto, ya que este Rolex Daytona (como también se le conoce) es una pieza codiciada entre los coleccionistas de la marca, ¿por qué? Pues además de que el famoso actor Paul Newman llevaba un modelo similar en la película Winning (1969), este Rolex Daytona tiene mejoras significativas, como una mayor resistencia al agua, de ahí la palabra “Oyster” (Ostra) grabada en la parte frontal. Este reloj es verdaderamente una rareza.
Entonces, gracias a que el veterano nunca lo usó, conserva incluso la etiqueta de aluminio en la parte posterior que señala el modelo y su año de fabricación, 1971. A eso súmenle que tiene la caja original en la que le fue entregado, la documentación, garantía y facturas originales que nunca se llenaron. Es más, esos papeles en blanco por sí solos cuestan unos 2 mil dólares.
El experto de Antiques Roadshow le dijo que todo el conjunto, reloj más papeles, podría llegar a venderse entre 500,000 y 700,000 dólares en una subasta, dada la rareza y demanda de ese reloj en específico. Al saber esta valiosa información el abuelo casi se desmaya, pues no solo podría recuperar su inversión, sino que la superaría por miles de dólares más. Sin duda una gran historia que vale la pena ver por ti mismo…
Aunque no sabemos si el hombre venderá su Rolex en un futuro, lo que sí sabemos es que no tendrá que preocuparse por dinero el resto de su vida.