Ya ha pasado más de un año desde que surgió el SARS-CoV-2, causante del coronavirus, y uno pensaría que a estas alturas ya todos hemos comprendido que debemos seguir nuevas medidas de sanidad. Pero siempre hay un cabeza dura más cerca de lo que crees.
Aparte de que hay gente que no quiere seguir las reglas básicas de higiene como usar el cubrebocas al salir, usar gel antibacterial o mantener la sana distancia, nunca faltan los que se molestan cuando les reprochan ser unos inconscientes. Un sujeto no quiso hacer caso de las indicaciones, fue totalmente grosero e imprudente y le hicieron entender que estaba mal por las malas.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que un abuelo, una mujer y un joven estaban en un elevador. Todo iba tranquilo hasta que llegaron a un piso y un hombre insistió en subir.
Al principio el adulto mayor le hizo señales de que no debería haber más personas dentro del elevador para mantener la sana distancia, pero el testarudo no hizo caso y se metió.
Al parecer, le estuvieron haciendo comentarios sobre su imprudencia porque de pronto ese enorme tipo se bajó la mascarilla y le tosió al abuelo ¡directo en la cara! Eso ya era demasiado. Una cosa es no seguir las normas, pero otra muy diferente es faltarle al respeto a una persona de esa forma tan directa.
El abuelo traía un pequeño diablito de metal en las manos, así que calmadamente se lo pasó a la mujer y de inmediato comenzó a golpear al sujeto que le había tosido. Lo arrinconó en el ascensor, le estrelló la cabeza varias veces contra la pared de acero, terminó por someterlo en el suelo y lo arrastró hacia afuera cuando las puertas se abrieron.
La mujer y el otro joven salieron del elevador y cuando terminó la golpiza, ella y el abuelo regresaron a este. Ahí todavía el tipo trató de volver a subir, pero esta vez el abuelo no lo dejó entrar.
Toda esta acción fue captada en un video que fue publicado en Internet y que ya se hizo viral por causar polémica. La mayoría de las personas aplauden la lección que le dio este abuelo a un covidiota, pero también hay quienes opinan que exageró. ¿Ustedes qué creen?
Independientemente de que estemos atravesando por una difícil situación, toserle a alguien en la cara con la intensión de molestarlo siempre será una falta de respeto. Al menos este abuelo no se quedó de brazos cruzados.