Jennie Stejna tiene 103 años y se contagió de covid-19 en el asilo de ancianos donde vive en la ciudad de Wilbraham, Massachusetts. Afortunadamente, logró vencer la enfermedad y para celebrar su nuevo nacimiento se bebió una cerveza. No puede haber una mejor manera de festejar que esa.
De acuerdo a su nieta Shelley Gunn, la abuelita comenzó a presentar síntomas, por lo que de inmediato fue aislada en una habitación del asilo. Desafortunadamente, su condición empeoró y los médicos consideraron que tenía muy pocas probabilidades de sobrevivir e, incluso, llamaron a la familia para que se despidiera de ella. Solo estaban a la espera de un desenlace fatal.
El esposo de Jennie murió a los 82 años en 1992 después de 54 años de matrimonio, dos hijos, tres nietos, cuatro bisnietos y tres tataranietos. Shelley contó que a su abuela le encantaba tejer, pero ya no lo hacía debido a la artritis. Además, le gustaba jugar al bingo y practicar deporte, tal vez esto fue lo que le permitió darle batalla a la enfermedad y vencerla.
Para celebrar, los médicos le permitieron disfrutar de su bebida favorita: una cerveza Bud Light bien fría. No es una hazaña fácil, pues sabemos que los adultos mayores son el grupo de mayor riesgo y tener más de un siglo de vida no parecía ayudar mucho a su situación. Sin embargo, de acuerdo a su familia, siempre ha sido una mujer fuerte y con esto lo ha demostrado. ¡Salud!