El mundo entero ha volteado a ver a Chernóbil y todo se debe a la serie de HBO, en la que narra lo ocurrido antes, durante y después del accidente radioactivo en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, en el norte de Ucrania. Sin embargo, aunque las dimensiones del accidente fueron catastróficas, no fue el más grave que haya ocurrido en la antigua Unión Soviética, pues antes de él hubo otro que se mantuvo oculto hasta hace no mucho y fue cuatro veces más destructor que el de 1986.
Semipalatinsk es una ciudad al noreste de Kazajistán y entre 1949 y 1991 fue la principal instalación de pruebas nucleares de la Unión Soviética. El lugar en donde se hicieron las pruebas está a 150 kilómetros de la ciudad y fue allí donde se realizó en 1949 el primer ensayo nuclear con la RDS-1.
Después del 29 de agosto de 1991, con la devolución del armamento soviético de Kazajistán a Rusia, permaneció abandonada hasta la desmantelación de los edificios en junio del año 2000.
Esta planta había permanecido en el olvido, sin embargo, informes publicados en New Scientist revelaron que el lugar fue el territorio de un desastre radioactivo que impactó a los habitantes de Semipalatinsk y que a pesar de que esto se descubrió por una expedición de Moscú, se ocultó la información sobre la radiación en la zona y ocasionó cerca de 5,600 personas hospitalizadas por enfermedades relacionadas con la radiación, aunque se cree que estos datos también pueden estar incompletos.
En el año de 1953 se abrió un cráter en la tierra como resultado de una prueba nuclear con la RDS-6s. Ese cráter estaba cargado de contaminación radiactiva, pero no fue el fin de las pruebas con este tipo de armas, pues en 1956 otra explosión se tragó a la ciudad industrial Ust-Kamenogorsk, en Semipalatinsk.
Según el informe publicado recientemente, los científicos involucrados en el accidente y la futura visita de excursiones de Moscú rastrearon las consecuencias radiactivas producidas tras las pruebas nucleares, pero en ningún momento informaron a los afectados ni revelaron los datos obtenidos.
Los resultados de la excursión fueron archivados bajo la etiqueta de top secret, al igual que los documentos en los que se indica que los científicos soviéticos ocultaron la información a pesar del desastre para la salud humana. Las consecuencias del encubrimiento fueron más de 5,600 personas con enfermedades radioactivas.
Sin embargo, esto no termina aquí. Hay registros de las clínicas encargadas de dar seguimiento a los casos de intoxicación y encubrirlos y en ellos señalan que más de 100 mil adultos y sus hijos habitantes de esta ciudad estuvieron expuestos a la radiación sin estar enterados.
Una de estas clínicas operaba con el nombre de Dispensario antibrucelosis No. 4 para ocultar sus verdaderas operaciones al tratar a las víctimas de la radiación, información que se mantuvo oculta hasta el año de su desmantelamiento en 1991, al desaparecer la Unión Soviética. El lugar cambió de nombre a Instituto de Medicina de Radiación y Ecología, aunque muchos de los informes guardados fueron trasladados a Moscú, en donde se cree que se destruyeron.
En Chernóbil se documentaron 134 casos de hospitalización por radiación, mientras que en este accidente nuclear en 1956 hay documentación de 638 casos, cuatro veces más que lo ocurrido en 1986; sin embargo, de ambos casos se desconoce a ciencia cierta el número real de muertes por radiación, ya que la antigua Unión Soviética ocultó y desapareció la información al respecto.
¿Serán Chernóbil y Semipalatinsk los únicos desastres nucleares en esa región o habrá aún más por descubrir sobre los daños radioactivos de las pruebas nucleares realizadas en el siglo pasado?