Cuando Elon Musk preguntó por el precio de Twitter, mucha gente pensó que se trataba de una broma: una ocurrencia simpática de un magnate al que le gusta cotorrear. Sin embargo, hoy nadie se ríe mientras el nuevo mandamás de la plataforma social despide a diestra y siniestra.
Este 4 de noviembre, las cuentas de los trabajadores de Twitter se volvieron inaccesibles y las oficinas de la corporación cerraron sus puertas en preparación para reducir la fuerza de trabajo de la empresa en un 50 por ciento, esto es, despidiendo a alrededor de 3700 empleados. De acuerdo a la nueva administración, esto pretende poner a Twitter en un camino saludable. Sin embargo, ya se han levantado demandas contra la compañía por despidos que no cumplieron con las observancias legales básicas (un aviso de 20 días antes del despido, por ejemplo), por lo que los exempleados y empleados se unen bajo una misma bandera.
Alistándose para cortar cabezas
El cierre de las oficinas de Twitter venía acompañado de un ominoso mensaje de email en el que se avisaba “el difícil proceso” de reducir su fuerza de trabajo global. Además, agregaba que la razón por la que las oficinas cerraban era “mantener la seguridad de cada empleado, así como de los sistemas de Twitter y los datos de los consumidores”.
Reconocemos que las medidas que estamos tomando impactarán a varios individuos que han sido valiosos contribuyentes a Twitter, pero estas acciones son desafortunadamente necesarias para asegurar el éxito de la compañía conforme avanza. Si está en una oficina o en su camino a una oficina, haga favor de regresar a su casa.
– Extracto del memo interno de Twitter
#OneTeam
Con el hashtag #OneTeam, los trabajadores (tweeps), extrabajadores y próximos despedidos de Twitter se unen para agradecer a sus equipos de trabajo, reclamar la injusticia de las medidas y hasta para bromear o proponer nuevos negocios, incluyendo a quien propone “empezar con el próximo competidor serio del Pájaro Azul”.
Algunos de los mensajes de quienes se adhirieron a la tendencia de #OneTeam son “Me desperté para enterarme de que ya no era un tweep, pero quiero agradecerle a todos quienes hicieron al trabajo una experiencia especial”, “Yo sigo aquí, pero no mi corazón, he perdido a la mitad de mis colegas”, “Somos compañeros que nos volvimos amigos por siempre: los tweeps somos personas excepcionales y nada podrá cambiar eso”.
La demanda
El despido masivo que Musk ha estado ejecutando parece ir en contra de la Ley Federal de Notificación de Ajuste y Reentrenamiento de Trabajadores, que observa un periodo de, por lo menos, 60 días de aviso anticipado a todos los afectados por este tipo de reajuste de personal.
El 3 de noviembre, Twitter Inc. recibió una demanda colectiva en la corte federal de San Francisco como respuesta al plan de su nuevo dueño de finiquitar a la mitad de los trabajadores de la compañía. Shannon Liss Riordan, la abogada que presentó la demanda, dijo que ya se había enfrentado a Musk cuando demandó a Tesla en junio a raíz de que la compañía despidió al 10 por ciento de su fuerza laboral.