La tecnología nos ha permitido hacer vuelos comerciales y privados en tiempo récord, pero en China creen que el futuro de los medios de transporte no está en el aire, ni siquiera en la superficie, sino bajo el agua.
Desde el 2014 comenzaron las negociaciones para uno de los proyectos de transporte más ambiciosos hasta ahora. Aunque todavía parece una fantasía de ciencia ficción, un tren submarino que conecte a China, Rusia, Canadá y Estados Unidos se está volviendo realidad, solo hace falta hacer algunas consideraciones ecológicas y económicas.
Actualmente un viaje aéreo desde China hasta Estados Unidos puede tardar alrededor de 14 horas, pero eso está por cambiar con este proyecto multinacional que conectará países a través de un sistema ferroviario que atravesará, o mejor dicho, que estará bajo el océano Pacífico.
La idea de un tren submarino que pueda conectar ciudades como Beijing y San Francisco ya cuenta con un presupuesto de 200 000 millones de dólares. Si todo sale de acuerdo al plan, esta vía submarina de 13 000 kilómetros podría hacerse realidad muy pronto.
Este tren conectará distintas ciudades de cuatro países y su recorrido iniciará en China continental, a través de Siberia en el este de Rusia, bajo el mar a través del estrecho de Bering hasta Alaska, seguirá por los picos rocosos del Yukón de Canadá y Columbia Británica, y terminará en Estados Unidos.
En China y Rusia ya se han hecho acuerdos sobre la construcción de este tren submarino. Sin embargo, en América todavía se está analizando el proyecto, especialmente por el impacto ecológico que podría tener en el océano Pacífico.
Aunque parece un proyecto turístico muy lucrativo, se necesita tener en cuenta todas las variables, no solo la económica, para hacer realidad este tren con la seguridad de que será un verdadero beneficio internacional. Se desconoce su posible fecha de construcción, pero tal vez solo hace falta ponerse de acuerdo para que inicie lo más pronto posible.