La tecnología es una maravilla, en particular las Inteligencias Artificiales (IA), que ofrecen toda la versatilidad de una persona sin muchas de las limitantes de la condición humana. Los sistemas controlados por IA pueden trabajar consistentemente, dando los mismos resultados por largos periodos, pero ese es solo un lado de la moneda.
¿Qué pasa si las tecnologías lo hacen todo mejor que nosotros, incluso aprender, como con el machine learning? Entonces, ¿para qué contratar a un humano que necesita comer, descansar y ver por su familia en lugar de simplemente comprar a un profesional artificial que dé los mismos resultados pero más barato? He aquí cinco trabajos que podrían desaparecer próximamente si las IA empiezan a ponerse a la obra en nuestro lugar.
1. Periodistas
Una IA puede ser sumamente eficiente y eficaz al recolectar datos y procesarlos para identificar tendencias, patrones y datos particulares. Además, sería capaz, con un poco de análisis estadístico, de entender qué es exactamente lo que le interesa al público. Así, podría hacer el trabajo de un periodista, al menos desde el punto de vista técnico y recabar datos mejor que los humanos.
En junio de 2020, cerca de 50 periodistas estadounidenses e ingleses fueron despedidos por Microsoft para darles su puesto a IA periodísticas. Lo único que mantiene a los periodistas con trabajo es que las herramientas que presentan los datos al lector, tales como los chatbots, aún no son capaces de procesar y discriminar a nivel humano algunos datos y hechos, lo que les dificulta la verificación de las fuentes de información.
2. Diseñadores gráficos
En un mundo donde una mera idea puede transformarse al instante en un producto gráfico novedoso, ¿dónde queda el espacio para los creativos de la imagen? Pues si la tecnología sigue avanzando como hasta ahora, probablemente en la fila de los apoyos sociales, porque herramientas como DALL-E, Fotor, NightCafe y DeepAI han empezado a tomar por asalto este nicho profesional.
En cuestión de segundos, una IA puede tomar información escrita o incluso gráfica para entender lo que se le pide y crear imágenes en consecuencia para cumplir con las necesidades del usuario. Aunque a veces los resultados son acartonados, pobres, poco inspirados y hasta bizarros, las herramientas van evolucionando poco a poco y con el uso de machine learning, cada iteración es un poco más certera que la anterior. Actualmente, lo único que mantiene a raya a los artistas IA es su incapacidad para darse cuenta de cuando infringen derechos de autor, así que su uso comercial es mínimo.
3. Educadores
¿Qué diferencia percibimos entre un profesor que comparte el material por medio de una pantalla y un chatbot que se ha vuelto experto en la materia? A nivel de educandos, la diferencia se va volviendo cada vez menos evidente y, muy pronto, los profesores podrían enfrentarse con competencia automatizada que haya sido entrenada para tomar su papel.
Así, los maestros deben enfrentar a posibles educadores ecuánimes e inagotables que además tienen acceso inmediato a prácticamente todo el saber. Junto con el machine learning, es posible que una IA sea un facilitador del conocimiento mucho más eficiente que un humano, pero en cuanto a empatía y experiencia de vida que abona al lado humano de la educación, podría ser que los humanos aún tengan cabida en la educación por algún tiempo.
4. Financieros
La gente que se desenvuelve en finanzas puede verse en apuros, pues sus competidores automatizados son, literalmente, hechos para el trabajo y llevan los números en la sangre, lo que podría ser determinante para decidir si contratar a un humano o utilizar una máquina para hacerse cargo de la jerga matemática de una empresa o institución.
A las corporaciones y bancos les interesa las utilidades, por eso lo que podría inclinar la balanza a favor de los empleados artificiales es el hecho de que periodistas del medio bursátil hayan estimado que emplear IA en puestos de alto impacto dentro de las operaciones financieras de los bancos en todo el mundo sería capaz de ahorrarles alrededor de 447 mil millones de dólares anuales.
5. Ingeniería de software
¿Una pieza de software puede crear a otra pieza de software? Claro que sí. De hecho, que existan sistemas de IA que auxilien en la creación de productos electrónicos a desarrolladores humanos es un precursor de que los programas ideen nuevo código novedoso que se encargue de problemáticas complejas. Actualmente, aspectos del desarrollo de interfaces de usuario y entornos amigables para páginas web han sido prácticamente monopolizados por sistemas automatizados de IA.
Entre que los errores de programación y bugs se vuelven más fáciles de identificar debido a los patrones de trabajo de las IA y que los códigos más normalizados son más eficientes de manipularse, actualizarse y mantenerse, la construcción de software por parte de las IA ofrece más seguridad de datos y facilidad para estimar la eficiencia de los sistemas, por lo que los ingenieros de sistemas deben empezar a ver cómo le harán para permanecer vigentes en su campo una vez que el factor humano no sea indispensable.