Ya hemos hablado sobre cómo el futuro de los profesionistas se ve amenazado por el advenimiento de las inteligencias artificiales (IA), pero cuando asuntos como el Derecho y la justicia están sobre la mesa, ¿qué tan bien pueden desempeñarse máquinas sin corazón o empatía humana? Eso se pregunto un profesor asociado de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos.
El chatbot ChatGPT fue capaz de aprobar el examen de Derecho de la Universidad de Minnesota luego de que el profesor Jonathan Choi, que se dedica a estudiar Derecho Tributario, lo sometió a la misma prueba que los estudiantes intentan superar y logró pasar… aunque de panzazo, eso sí. Según el investigador, un estudiante humano con las mismas notas y desempeño que el robot podría graduarse sin problema.
El experimento que salió muy bien
Choi deseaba saber qué tan buenos eran los programas de chats y sus modelos de IA para enfrentar exámenes sin necesidad de asistencia humana, para lo que empleó el ChatGPT, desarrollado por OpenAI, que fue creada por Elon Musk y Sam Altman. La única intervención humana para el experimento fue copiar y pegar los reactivos del examen. Los ensayos y escritos del chatbot fueron presentados junto a los de estudiantes humanos a los evaluadores, por imparcialidad.
Aunque, dado el desempeño del ChatGPT, podrían esperarse resultados menos que estelares de la tecnología, aparentemente, “menos que perfecto” es justamente el mínimo para que pases la Escuela de Leyes en Estados Unidos, pues el chatbot logró aprobar su examen con una flamante C+, o sea, un 80. En cuanto a escribir ensayos, ChatGPT demostró una fuerte comprensión de las reglas legales básicas, así como composición y organización envidiables, pero a veces le pasaban de noche detalles importantes y no enfatizaba algunos puntos clave del caso.
Tan listo como un estudiante mediocre: Suficiente para aprobar
Aunque no sería un estudiante de Leyes ideal, el chatbot sí se podría graduar, pues, según el profesor a cargo del experimento, “hay puntos en los que flaquea la IA del ChatGPT, pero si mantuviera un desempeño constante a lo largo de un curso de Derecho completo, conseguiría su diploma”. Así, sin mayor preparación, el examen de 95 preguntas de opción múltiple y de 12 de síntesis que englobaban cuatro disciplinas de Derecho fue “superado” por la IA.
Por lo demás, en cuanto a redacción, el chatbot resultó sumamente competente y por esa capacidad de organización y de ejecución, dos de los tres evaluadores de los escritos del ChatGPT pudieron darse cuenta de que se trataba del robot. El tercer evaluador no supo distinguir entre humanos y robot.
No se valen ni acordeones ni chatbots, chamacos
Las autoridades del sistema educativo público neoyorquino han prohibido el uso de ChatGPT debido a la incidencia de casos en que los estudiantes utilizan esa herramienta de IA para redactar ensayos u otros documentos académicos, ya que esa práctica constituye “deshonestidad académica”. La medida ha ido siendo adoptada en los sistemas educativos de otras partes de Estados Unidos conforme la popularidad del chatbot lo va presentando como un recurso valioso para los chamacos que no quieren “perder el tiempo” con la tarea.
A pesar de que en los exámenes se desempeñó adecuadamente y de que sus resultados están a la par de los de los menos brillantes miembros del gremio jurista de los Estados Unidos, el profesor Choi no considera que el ChatGPT sea un estudiante de Derecho ideal al trabajar por sí mismo, pero sí cree que puede resultar sumamente útil como herramienta para los estudiantes que deben ser evaluados y para los abogados que se encuentren ejerciendo su profesión.