La idea de que nuestra realidad no es más que un sofisticado software de computadora creado por una raza superior no es tan loca e improbable como suena. Todos los que están familiarizados con películas de ciencia ficción y ciberpunk tales como Matrix (1999) o Nirvana (1997) saben de lo que hablamos. ¿Qué pasaría si en realidad nuestra vida no fuera real sino una simulación? Algo así como un videojuego controlado por entes desconocidos.
En el 2003 el filósofo Nick Bostrom di a conocer su artículo ¿Estamos viviendo en una simulación de computadora?, donde planteó que existe la posibilidad de que haya una civilización tecnológicamente muy avanzada que puede crear simulaciones con diferentes grados de realidad con seres conscientes.
Así como los seres humanos hemos creado simulaciones virtuales, por ejemplo el videojuego The Sims, este pensador dijo que tal vez nosotros somos personajes conscientes de una realidad virtual creada por esta raza superior.
Bostrom argumentó que sobre esta idea hay tres opciones: 1) los humanos morimos antes de llegar a ser creadores de esas simulaciones, 2) llegamos a esa etapa “poshumana” pero no recreamos simulaciones de nuestras vidas, y 3) casi con certeza vivimos en una simulación.
Después de estas reflexiones del filósofo, el turno de investigar sobre el tema de la simulación fue del experto en probabilidad y astronomía David Kipping, de la Universidad de Columbia, quien examinó las conclusiones de Bostrom bajo el criterio del principio de indiferencia para determinar la probabilidad de esas tres opciones.
Básicamente el principio dice que si no hay razones suficientes para que algo exista, entonces no existe. Considerando la capacidad humana actual para crear simulaciones, Kipping calcula que la probabilidad de que vivamos en una simulación es de 49.77778 en contra del 50.22222 a favor de la realidad.
Esto se debe a que a medida que las simulaciones generan más simulaciones, los recursos informáticos disponibles para cada generación subsiguiente disminuyen hasta el punto en que la gran mayoría de las realidades serán aquellas que no tienen el poder de cómputo necesario para simular realidades descendientes que son capaces de albergar seres conscientes.
– David Kipping
Es decir, que como nosotros podemos crear simulaciones es menos probable que a su vez nosotros seamos una simulación, pero eso no quiere decir que sea imposible. Esta menor probabilidad cambiará el día que podamos nosotros crear una simulación con seres conscientes en ella.
Por otra parte, según el matemático del Instituto California de Tecnología Houman Owhadi, si hipotéticamente la civilización avanzada tuviera un poder infinito de computación entonces podrían crear diferentes grados de simulación, y los humanos entonces no podríamos jamás darnos cuenta de si vivimos o no en una de esos niveles de simulación.
¿Creían que la idea de una simulación neurointeractiva solo existía en la ciencia ficción? Pues los científicos la toman bastante en serio. A lo mejor el encargado de esta simulación está aburrido o hay fallas en la matrix y por eso el 2020 ha sido tan desastroso.