Nadie puede negar que el uso universal del celular se ha vuelto una realidad en los últimos años, con gente desde los dos años teniendo contacto con sus teléfonos móviles y convirtiéndose en usuarios asiduos de las facilidades que ofrecen. Pero, según el hombre al que se le ha adjudicado el honor de ser “el padre del teléfono celular”, Martin Cooper, esa situación no es buena y dista de ser ideal.
Cooper, ingeniero de 94 años, considera que el defecto de su invento más célebre es que la gente lo mira demasiado y que el excesivo tiempo que le dedican no los deja vivir, lo que va contrario a su intención inicial: “Quería que la gente se desconectara de sus cocinas y escritorios, para eso era el invento”.
Le rompe el corazón a su padre
Les soy sincero, me siento genuinamente devastado cuando veo que alguien cruzando la calle está mirando la pantalla de su teléfono celular. En serio, esa gente está completamente loca, no piensan. Pero supongo que cuando a bastantes los hayan atropellado por esa causa, entenderán que no es lo correcto.
– Martin Cooper
La relación entre Cooper y el teléfono celular es algo complicada. El galardonado ingeniero, que ha recibido múltiples premios por sus logros, incluyendo el Marconi en 2013, considerado el máximo galardón en el campo de la ciencia de la información y de la comunicación, ha dicho que aunque sí es la gran cosa y no le extraña que la gente se obsesione con su uso, esa obsesión es demasiada y raya en lo ridículo.
Ya dejen de mirar esas cosas… lean un libro o algo
Nunca seré capaz de comprender los nuevos celulares como las actuales generaciones, tal como mis nietos y bisnietos logran hacerlo. Existe una cantidad enorme de aplicaciones que tornan todo el medio en algo abrumador, pero para mí no hay duda de que, eventualmente, la tecnología celular será aprovechada en áreas como la de la salud, permitiéndonos identificar a distancia enfermedades aún antes de que se manifiesten. Pero, eso sí, no se vale permitir que nos absorba más allá de la cuenta.
– Martin Cooper
El ingeniero fue una pieza clave durante la producción en masa del primer teléfono móvil producido por Motorola el 3 de abril de 1973. Además, la primera llamada pública por medio de teléfono celular fue hecha por él en un aparato que pesaba 1.1 kilogramos, pero no fue sino hasta 1983 que se produjo para el público, costando 3995 dólares, con una batería que permitía 25 minutos de charla y que se cargaba en tan solo 10 horas.
Según su padre, el celular todavía puede ser nuestra salvación
Teníamos las esperanzas de que algún día en el futuro, cada persona en el planeta tuviera su propio número de celular. Y, bueno, con una cantidad de contratos de teléfonos móviles que supera en número incluso a la población mundial, puede ser que en cierto modo hayamos logrado alcanzar nuestro sueño.
Desde el inicio de la vida del celular, Cooper estaba convencido de que llegaría a ser alguien y, a pesar de sus preocupaciones por la mala influencia que el teléfono celular ha tenido sobre varios aspectos de la vida, aún tiene la esperanza de que en las próximas “dos o tres generaciones”, el uso de la tecnología de su invento logrará erradicar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las personas, ofreciendo una conectividad y transmisión de datos sin precedentes. Solo hace falta esperar a ver si ese futuro se manifiesta, aunque tal vez nos enteremos por TikTok u otra app.