En el 2003, el jet supersónico Aérospatiale-BAC Concorde hizo su último viaje comercial. Después de casi dos décadas de ese evento, el sueño de un vuelo a gran velocidad y a precio accesible comienza a despegar de nuevo.
El retiro del Concorde se debió principalmente a que mantener su operación era muy costoso (por eso sus vuelos eran caros). Además, provocaba un impacto ambiental negativo. Se creía que los vuelos supersónicos tardarían mucho tiempo en volver, pero el plan de la compañía Boom Supersonic es que su nuevo jet haga sus primeros vuelos a más tardar en el 2026.
El jet Overture es una nave con velocidad Mach 2.2 que tendrá capacidad máxima para 88 pasajeros y que podrá hacer vuelos comerciales en más de 500 rutas transoceánicas.
No solamente prometen reducir enormemente el tiempo de vuelo, sino que además el fundador y presidente ejecutivo de Boom Superconic, Blake Scholl, asegura que el Overture tendrá los precios más bajos que se hayan ofrecido en este tipo de veloces aeronaves.
Para darnos una idea de lo que quieren lograr, pongamos el ejemplo de un vuelo de Nueva York a Londres. Actualmente dura alrededor de siete horas y 50 minutos en un avión de casi cualquier aerolínea. La meta de Scholl es que su jet supersónico haga ese mismo recorrido en solo tres horas y 15 minutos.
Además de reducir el tiempo de vuelo, quieren bajar los precios. Por ejemplo, un boleto en el retirado avión Concorde podía costar hasta 20 000 dólares actuales. Mientras tanto, la propuesta de Boom Supersonic es ofrecer viajes de 100 dólares.
Un viaje de 100 dólares a cualquier parte del mundo en menos de cuatro horas… suena como algo muy bello para ser verdad. Din embargo, esa es la idea de Scholl. Este empresario sabe que hasta ahora solo es un sueño, pero ya están trabajando para que eventualmente se haga realidad.
La compañía ya cuenta con un prototipo, el avión XB1, que en octubre del 2020 hizo su primer vuelo exitoso. Así que es cuestión de tiempo para que el sueño de la era del jet en las aerolíneas regrese, con mejoras en su calidad y precio.
Claro que todavía hay muchos retos por delante, como el desarrollo de la tecnología necesaria para utilizar combustibles menos contaminantes y motores con una gran resistencia al calor que se genera a la velocidad Mach 2.2, pero al menos ya hay quienes están pensando cómo hacerlo posible. ¿Te imaginas estar en menos de cuatro horas en cualquier parte del mundo?