Ser inventor no es nada fácil, pues hay que tener una gran imaginación, conocimientos técnicos especializados, capital para materializar las ideas y un poco de suerte para que los inventos no terminen siendo usados de otra manera.
Cuando los genios detrás de estos 10 inventos se dieron cuenta de que su creación no había servido tan bien como creían y al final tuvo otro uso muy diferente al que tenían en mente, al menos les quedó el consuelo de que trajeron al mundo una innovación sin la que no podríamos imaginar nuestra vida actual. Esto es lo que pasa cuando planeas algo y te sale algo distinto.
1. Sierra eléctrica
Originalmente era un aparato llamado osteótomo, es decir, el cortador de huesos, y fue diseñado por el ortopedista alemán Bernhard Heine en 1830. Esta herramienta quirúrgica ayudaba en los partos complicados, ampliando la capacidad de la pelvis al cortar parcialmente fibras óseas. También se usó para extirpar huesos enfermos. A lo largo de los años fue sufriendo algunas modificaciones.
En 1905, Samuel J. Bens patentó la idea de una motosierra como una herramienta para talar árboles, y en 1926, Andreas Stihl fabricó la primera motosierra eléctrica.
2. Listerine
Joseph Lawrence se inspiró en el médico inglés Joseph Lister, quien usaba ácido carbólico en heridas quirúrgicas en la segunda mitad del siglo XIX, para crear un líquido antiséptico a base de alcohol, compuesto de eucaliptol, mentol, salicilato de metilo y timol, al que llamó Listerine en honor a Lister.
Además de ser un antiséptico en cirugías, se vendió como una cura para la gonorrea y hasta como líquido para limpiar pisos. Pero estos cambios de mercado se debían a que no se vendía bien. Hasta 1895 los dentistas lo empezaron a usar como un remedio contra el mal aliento, y ahí comenzó a tener éxito. En 1920 finalmente fue aceptado como un producto para combatir la halitosis crónica y también se volvió parte del baño en todos los hogares.
3. Zapatos de tacón alto
Hoy en día los tacones o zapatillas de tacón son armas poderosas de las féminas, pero originalmente fueron inventadas para los varones. Su uso no era “fortalecer” o levantar los glúteos, sino para engancharse en los estribos de la silla de montar y darle estabilidad a los jinetes de la caballería persa del siglo X para que pudieran disparar flechas.
Posteriormente fueron adoptados por los nobles en Europa como símbolo de poder en siglo XVII e, incluso, había estándares sobre su altura dependiendo del rango social. Solamente los príncipes o miembros de la realeza podían usar tacones con altura de 2.5 pulgadas o más. Después de la Revolución Francesa en 1780 se volvieron más populares en la moda femenina.
4. Plástico de burbujas
No fue inventado para tronarlas y relajarse, aunque su efecto terapéutico fue honrado con la creación del Día de agradecimiento al plástico de burbuja el último lunes de enero. En realidad fue creado en 1957 como un papel tapiz por Alfred Fielding y Marc Chavannes en Nueva Jersey. Tomaron dos cortinas de baño, las unieron y sellaron ara crear las burbujas de aire, pero su invento no se vendió.
Estos dos inventores cambiaron de giro y lo ofrecieron como un material de aislamiento para invernaderos, pero tampoco funcionó muy bien. Hasta después descubrieron que servían muy bien para envolver objetos y que podría ser útil en la industria del embalaje. Su mayor éxito fue cuando IBM compró el invento para proteger sus computadoras al ser enviadas.
5. Toallas higiénicas
En la Primera Guerra Mundial, el fabricante de papel Kimberly-Clark creó un material con pulpa procesada de madera, similar al algodón pero más absorbente, al que llamaron Cellucotton. Se utilizó como vendaje de heridas durante la guerra, pero las enfermeras descubrieron que podían usarlo bajo su ropa interior durante sus periodos menstruales.
Cuando la guerra acabó tenían que usar en algo todo el cellucotton fabricado y pensando en el uso que le habían dado las enfermeras diseñaron las toallas higiénicas bajo el nombre de Cellunap. Finalmente en 1920 se le cambió el título al producto y así nació Kotex.
6. Botox
Esta sustancia en realidad es una neurotoxina producida por una bacteria y produce parálisis en los músculos. Su nombre es toxina botulínica y en 1980 se comenzó a fabricar en laboratorios de California para tratar a pacientes con estrabismo. El suministro se fue acabando y en 1986 las personas tenían que viajar a Canadá por más botox. En Vancouver, el doctor Alluster Carruthers y su esposa Jean descubrieron su uso cosmético cuando, en 1987, un paciente pidió una inyección de la toxina en la frente para desaparecer sus arrugas.
7. Bandas para correr
Estos aparatos datan del siglo I, y desde entonces tuvieron muchas funciones y usos. El primero de ellos fue de los romanos, quienes diseñaron una rueda giratoria que se conectaba a una grúa como un medio para levantar objetos pesados.
En 1818, sir William Cubbit retomó su diseño para fabricar ruedas para correr que serían usadas por los reos de las cárceles. También era una rueda de madera que al girar podía bombear agua o moler granos y se usaba como un castigo para los convictos.
En 1913, Claude Lauraine Hagen inventó el diseño actual de las cintas para correr, aunque se usaban manualmente. En 1952 su versión eléctrica fue utilizada para diagnosticar trastornos cardiovasculares por los doctores Robert Bruce y Wayne Quinton en la Universidad de Washington. Finalmente, en 1960, William Staub diseñó la cinat para correr doméstica que todos conocemos (y que muchos usamos solo para colgar ropa y toallas).
8. Escritura en braille
El emperador Napoleón quería un método para que sus soldados pudieran comunicarse en la oscuridad sin hacer ningún ruido. Entonces el capitán Charles Barbier inventó este código militar de “escritura nocturna” que se componía de 12 puntos tallados que daban 36 sonidos diferentes. Su sistema no sirvió por ser confuso y fue descartado en el ejército.
Sin embargo, en 1821 el capitán Barbier visitó a Louis Braille en el Instituto Real para Ciegos, donde su método fue corregido y simplificado para que solamente fueran seis puntos y que en lugar de significar ruidos, se refirieran a las letras del alfabeto. Así fue como surgió el sistema de lecto-escritura para débiles visuales.
9. Play-Doh
Originalmente, este juguete infantil era un limpiador. Esta masilla se usaba para limpiar los residuos del carbón en el papel tapiz de las casas que usaban sistemas de calefacción a base de carbono y fue diseñada por Noah McVIcker a petición de Kroger Grocery.
Sin embargo, poco a poco la gente dejó de usar carbón dentro de sus casas. Además, se usaban papeles de vinilo que se podían lavar fácilmente. Entonces se empezaron a preguntar qué uso darle a esta masilla no tóxica y cuando supieron que los niños de guardería a veces la usaban para hacer esculturas, decidieron convertirla en un juguete.
10. Mountain Dew
Los hermanos Barney y Alley Hartman eran embotelladores de whisky en Tennessee y crearon esta bebida en la década de los cuarenta como un mezclador. Se llamó Mountain Dew para usar el término “rocío de la montaña” que era parte de la jerga del sur de EE. UU., Irlanda y Escocia dentro del mundo del whisky.
Le ofrecieron su producto a Charles Gordon, fundador de Tri-City Beverage, y posteriormente se hizo el registro de la bebida como refresco en 1948. Luego en 1964, Pepsico adquirió la marca y la volvió internacionalmente famosa.