Imagina vivir el resto de tu vida encerrado en un solo sitio, solo con tus pensamientos y recurrentes voces que se escuchan del otro lado de la puerta. Debe ser aburrido en algunas ocasiones, en especial cuando es el único sitio en el que puedes estar, sin poder elegir ningún otro. Ahora imagina que ese lugar es tu propio cuerpo y que, a diferencia de estar en una habitación, ahora no te puedes mover y solo tus ojos pueden hacerlo. Para empeorarlo, todo el tiempo estás consciente.
Aunque suena aterrador y se parece a una escena que sale de una película de horror, esto está más cercano al “basado en hechos reales” de lo que crees. De lo que estamos hablando es una condición médica conocida como esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En esta enfermedad las neuronas motoras se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos voluntarios. Además, afecta a los procesos del tronco cerebral y la médula espinal.
Por increíble que parezca, un grupo de científicos ha creado una interfaz que permite que las personas atrapadas en su cuerpo por esta enfermedad vuelvan a tener comunicación. Después de probarlo con un paciente durante meses, al día 107, este fue capaz de deletrear “Me gustaría escuchar fuerte el álbum de ‘Tool’”. Y a los 247 días logró exponer uno de sus antojos: “y ahora una cerveza”.
Sin duda, es un gran avance de la ciencia médica. Para los pacientes con ELA, produce una nueva esperanza de volver a comunicarse con su familia. Al día 251, el paciente, no nombrado en el estudio, puedo escribir la frase “Amo a mi hijo, genial”.
Desarrollamos NeuroKey porque no había ningún software en el mercado que nos permitiera procesar las señales cerebrales de manera específica para el usuario.
—Jonas Zimmermann, neurocientífico sénior del Centro Wyss
Afectación de ELA y CLIS
Los pacientes con ELA, aproximadamente 5 de cada 100 000 personas, van perdiendo gradualmente el control de su cuerpo y pueden pasar de solo estar paralizadas y conscientes, con movimiento ocular vertical, a poder mover ligeramente otras partes del cuerpo, además de los ojos, o una parálisis total donde ni el cuerpo ni los ojos tienen movimiento. Estos son los grados que desarrollan a un síndrome de enclaustramiento completo (CLIS, por sus siglas en inglés).
Para los familiares y el personal médico, tener una comunicación con el paciente es vital. Sin embargo, muchas veces, los familiares no se dan cuenta de que el paciente sigue estando consciente, escucha y percibe lo que hay alrededor de él. Se ha utilizado el movimiento ocular vertical conservado como una forma de comunicación rústica con respuesta de sí o no. Pero en los pacientes que ya no presentan esta movilidad, la comunicación prácticamente estaba perdida.
Investigadores del Centro Wyss de Ingeniería y Neurología en Ginebra, Suiza, en colaboración con la Universidad de Tübingen, en Alemania, han trabajado para que la comunicación entre los pacientes con ELA o CLIS puedan volver a comunicarse. Los expertos desarrollaron una interfaz cerebro-computadora (BCI) de implante que hace posible la comunicación de las personas completamente encerradas. El estudio fue publicado en Nature Communications.
Un participante, un hombre de 30 años, a quien se le diagnosticó una forma de ELA de programación rápida y la pérdida de comunicación era inminente, fue el candidato para hacer las pruebas con esta nueva tecnología. De acuerdo a Jonas Zimmermann, neurocientífico sénior del Centro Wyss, a este sujeto se le implantó el dispositivo en su cerebro.
¿Cómo funciona NeuroKey?
La interfaz comienza con dos microelectrodos que se colocan en la superficie del cerebro del usuario, que sirven para detectar las señales neuronales. Estos son pasados al procesador, que junto con el software NeuroKey decodifica y analiza en tiempo real las señales enviadas, permitiendo al usuario controlar lo que “escribe” sin demora.
Finalmente, existe una retroalimentación auditiva a la que el usuario reacciona. Lo que le permite poder decirle sí o no al carácter que deletrea la computadora. Las señales cerebrales se paran en un tono alto y un tono bajo, siendo el alto “sí” y el bajo, “no”. De esta manera se forman las oraciones. Aunque es un poco tardado, es un gran avance considerando que el usuario está paralizado. La tecnología continúa en desarrollo para brindar opciones de texto predictivo, según los patrones de comunicación del usuario.