Los detectores de metales son una herramienta interesante para salir un rato de la casa y sentirte un verdadero Indiana Jones buscando un tesoro escondido. Sin embargo, muchas veces las señales que este da pueden conducir a chatarra que alguien desechó o a objetos extraviados sin valor, pero también a tesoros que jamás hubieras imaginado encontrar.
Ole Ginnerup Schytz, un aficionado a la arqueología, jamás había utilizado un detector de metal, pero después de trabajar por horas encontró un montón de oro que data de la Era vikinga en la casa de uno de sus antiguos compañeros de clase, en Vindeley, una ciudad danesa ubicada a 10 minutos de la aldea de Jelling. El tesoro escondido equivale a 56 mil dólares actuales.
Entre lo descubierto se encuentran bracteatos, dijes redondos usados generalmente en collares, así como monedas decoradas con runas e imágenes que figuran a un hombre teniendo una conversación con un caballo y un pájaro. Entre los símbolos legibles hay uno que, según las investigaciones preliminares, dice houaʀ, que significa “elevado”, por lo que podría hacer referencia a Odín o incluso a un gran jefe de la zona.
Este descubrimiento no se pudo quedar solamente en las manos de Ole. Por ello se dio aviso al Museo Nacional y al Vejlemuseerne, una red de museos daneses, que colaboró en el análisis del tesoro, develando la importancia histórica de esta colección de reliquias, que de acuerdo a una de las monedas de oro, tiene una antigüedad de 1500 años, pues esta llegó a la zona debido a la conquista y al comercio en el periodo de Constantino el Grande (272-337 de la era común).
Pero eso no es todo, pues el descubrimiento podría señalar que Vindelev fue un pueblo destacado y centro de poder a finales de la Edad del Hierro. Según Mads Ravn, jefe de investigación de Vejlemuseerne, solamente un miembro de la alta alcurnia podría haber recolectado un tesoro como el que se encontró, por lo que esto podría indicar que hubo un señor de la guerra o un jefe que vivía ahí antes de que surgiera el reino de Dinamarca.
Se puede suponer que el jefe que gobernó a principios del siglo VI adquirió riquezas que le permitieron contratar a hábiles artesanos para que trabajaran las monedas en un estilo que es desconocido para los arqueólogos. Ahora las investigaciones se turnan para descubrir por qué escondieron ese tesoro. Las posibilidades están entre que se trata de un escondite en caso de una guerra o invasión, para mantenerlo alejado de los habitantes de Vindelev o que fue parte de una ofrenda religiosa.
Esto no desestima la posibilidad de que la acumulación de oro fuera para hacer un reserva por las malas condiciones climáticas. El resguardo de oro fue común en ese periodo porque una erupción de un volcán en El Salvador, alrededor del 539 de la era común, causó grandes efectos en el clima que provocó malas cosechas y hambruna.
Las estimaciones del origen e investigaciones de la historia del tesoro continuarán por parte de los arqueólogos. Por lo pronto, el descubrimiento se incluirá como parte de la exposición Viking de Vijlemuseerne, en colaboración con el Museo Moesgaard, programada para el 3 de febrero de 2022.