Las innovaciones no siempre son funcionales… y tampoco es que tengan que serlo, pues si lo que se pretende es la espectacularidad o el mensaje en lugar de la mera eficacia o eficiencia, entonces, se está consiguiendo su objetivo. Así, por ejemplo, las innovaciones útiles y las estéticas se preocupan por la función y por la forma, respectivamente.
Sergii Gordieiev es un ingeniero que ha ido adquiriendo notoriedad por su canal de YouTube The Q, en el que comparte proyectos de hazlo tú mismo (DIY, por la locución inglesa Do It Yourself). En esta ocasión demostró cómo la aritmética más elemental aplica a las bicicletas con la premisa de “si sumo dos medias ruedas, es lo mismo que tener una rueda”. Increíblemente, logró que funcionara.
0.5+0.5= 1
Por supuesto que va a funcionar. Estoy usando dos mitades, que equivalen a un entero. Son simples matemáticas, así que en biciclemáticas debería funcionar también.
Si se sigue paso a paso su proceso, es perfectamente reproducible, pero no por ello recomendable. Empleando remaches y tubos, Sergii adapta las dos mitades de su rueda trasera para que funcionen al unísono como partes complementarias excéntricas, que ofrecerán la misma acción mecánica que una rueda íntegra. El resultado es sorprendente, pues funciona de manera impecable durante las pruebas a las que se somete, aunque habría que preguntarle sobre el amortiguamiento y la comodidad…
Funciona, pero…
Aunque la irrefutable evidencia de que la bicicleta de hecho sí funciona, a pesar de lo antiintuitivo de los principios empleados, existen algunas limitantes que las pruebas mostradas no abordan.
La más evidente parcialidad al poner a prueba el diseño es la falta de curvas durante la evaluación. Probablemente eso ocurrió a propósito, pues durante la maniobra de giro la alineación de los movimientos de las ruedas se ve afectado y podría acabar con la precaria sincronización entre los elementos del sistema entero y con el ciclista en el suelo.
Ingeniería de lo absurdo
Entre los proyectos de Sergii Gordieiev se encuentran los más diversos tipos de entretenimiento y referencias a la cultura popular: desde máquinas expendedoras de refrescos hechas de cartón hasta dispositivos gamer, juguetes, dioramas, etc.
Es evidente que la gran virtud del trabajo del ingeniero se encuentra en la creatividad y la inverosimilitud de sus distintas propuestas, no necesariamente la resolución de problemas, que suele ser el acercamiento “ingenieril” a las cosas.
Tema recurrente
En la misma vena de proyectos anteriores, Sergii busca aprovechar algunas características de los mecanismos y materiales a su disposición, pero en el caso de las bicicletas, parece que se trata de un tema recurrente que tiene gran consideración por parte del youtuber.
Dos de sus proyectos anteriores tenían también como tema central la cultura del ciclismo: la bicicleta sin cadena (que empleaba transmisión por ejes y engranajes en corona) y su bicicleta “para hielo”, que es tan sorprendente como escalofriante.
Arte en la ingeniería
Parece que la resolución de problemas es un asunto secundario para este ingeniero y, de hecho, en ocasiones resulta evidente que el pragmatismo nunca estuvo contemplado en la mayoría de sus proyectos. Así, la explicación de por qué hace esto debe yacer en algún otro lugar.
Aún cuando nos damos cuenta de que no hay nada práctico en algunos de sus contenidos, es evidente que nunca les falta espectacularidad o “factor de asombro”, por lo que la explicación de ciertos principios de ingeniería implícitos en su trabajo podrían indicar que su preocupación radica más bien en la educación y difusión técnica que da a conocer con los resultados artísticos de sus artesanías.