Muchas veces hemos visto en las noticias, o en películas, el arduo trabajo de los hackers para poder acceder a complicadas redes, ya sea para extraer información, o bien, robarse unos cuantos millones de dólares.
También hemos visto que en ocasiones no es posible que puedan acceder a los sistemas, ya que cuentan con un sofisticado mecanismo de protección. Pero existen casos en que es el propio hacker el que comete un error, y sí, tal vez te la pasas escribiendo como te da la gana en Facebook, o en tus mensajes de texto, pero después de leer esto, te darás cuenta que ¡la ortografía sí importa!
Cometer un error ortográfico al momento de ordenar una transferencia bancaria, ayudó a la policía a evitar el robo de 870 millones de dólares del Banco Central en Bangladesh. Así lo informó uno de los funcionarios del banco, e informó que el ataque se produjo desde su cuenta en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
El hacker que debía ordenar la transferencia a la Fundación Shalika, que en inglés se escribe “Foundation Shalika”, escribió “Fandation Shalika”.
Y aunque el error les impidió robar los 870 millones, tuvieron oportunidad de robarse 100 millones de dólares (nada despreciables), lo que supone uno de los mayores robos bancarios de la historia. No ha sido hasta esta semana cuando el Banco Central de Bangladesh ha denunciado el robo, aunque sucedió desde el 5 de febrero.
Estos piratas informáticos al parecer son chinos, según lo que han ido arrojando las investigaciones, y su operación consistía en realizar varias transferencias a diversas cuentas, en algunos países asiáticos, desde la cuenta de la Reserva en Nueva York, y lograron transferir 100 millones de dólares, de los cuales, 81 millones siguen fuera de control en cuentas de Filipinas.
Los delincuentes cibernéticos violaron los sistemas del Banco Central de Bangladesh y robaron sus credenciales para poder realizar las diferentes transferencias. Después, bombardearon el Banco de la Reserva Federal de Nueva York con casi tres docenas de peticiones, para mover el dinero de la cuenta del Banco Central de Bangladesh a Filipinas y Sri Lanka.
Tras cuatro órdenes, que en conjunto sumaron 81 millones de dólares, llegó la quinta, por otros 20 millones. Ese era el momento en que el hacker debía ordenar el traspaso a la Fundación, sin embargo, le falló la ortografía y fue cuando se activaron todas las alarmas.
En ese momento los ladrones se dieron cuenta que ya no podían seguir con su plan, pues todavía les faltaba ordenar el resto del dinero, pero todas las peticiones fueron abortadas.
El Banco Central de Bangladesh sigue en las investigaciones para dar con estos hackers, pero sobre todo, para recuperar parte del dinero robado, aunque en realidad, y ellos mismos lo han reconocido, tienen pocas esperanzas de conseguirlo o de encontrar a los ladrones. Además, también han culpado a la Reserva de Nueva York, por no detectar el robo y detener las operaciones, pero esta Reserva ha asegurado que sus sistemas no fueron violados.