El Reloj del Juicio Final o del Fin del Mundo se ha mantenido por tercer año consecutivo en 100 segundos antes de la medianoche. Esto es lo más cerca a las 12:00 a. m. que jamás ha estado la manecilla del reloj que advierte sobre lo próximos que estamos a destruir nuestro planeta.
Sharon Squassoni, copresidenta de la Junta de Ciencia y Seguridad del Boletín de Científicos Atómicos (los encargados de reloj), dice que el mundo “está atrapado en un momento peligroso, que no trae ni estabilidad ni seguridad”.
La Junta de Ciencia y Seguridad considera a la limitación de las armas nucleares como un factor importante para decidir la posición de la manecilla, ya que representa un peligro para la seguridad del mundo. Además, el cambio climático no ha tenido acciones rápidas, y en el ámbito de bioseguridad, las tendencias apuntan a una cooperación menor para gestionar o mitigar las amenazas.
Por su parte, la doctora Rachel Bronson, presidenta y directora del Boletín, destacó a la pandemia de coronavirus como un factor para no retrasar el tiempo en reloj, ya que el virus se sigue propagando por el mundo. Sin embargo, los expertos creen que sí hay medidas que la gestión política y la sociedad pueden tomar para retrasar el reloj.
La pandemia sirve como una llamada de atención histórica, una vívida ilustración de que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales no están preparados para manejar complejos y peligrosos desafíos, como los de las armas nucleares y el cambio climático.
—Rachel Bronson
Retrasar el reloj es posible, pues ya ha pasado en siete ocasiones desde la creación de esta metáfora de medición en 1947. Durante 75 años, el reloj encontró uno de sus momentos más lejanos a la medianoche en 1991, poco después de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética. En ese momento, la manecilla se posicionó a 17 minutos antes de las 12:00 a. m.
Los expertos dicen que se podría generar un atraso de las manecillas del reloj si Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, llevara a cabo la reincorporación al Acuerdo de París, tratado sobre la atención al cambio climático, y una oferta para extender el control de armas New START con Rusia, que mantiene un límite en la cantidad de armas nucleares estratégicas.
¿De dónde surgió el reloj?
El reloj es administrado por el Boletín de Científicos Atómicos, una organización sin fines de lucro creada por Albert Einstein junto con científicos de la Universidad de Chicago. El aparato se creó a finales de 1947, cuando las armas nucleares representaban el mayor peligro para la humanidad, y Estados Unidos y la Unión Soviética se encaminaba a una carrera armamentística nuclear.
El coeditor del Boletín, Hyman Goldsmith, le pidió a la artista Martyl Langsdorf que diseñara la portada de la edición de junio de 1947. Goldsmith consideró usar el símbolo de uranio para representar el peligro atómico, pero fue la influencia de los trabajos de su esposo, el físico Alexander Langsdorf, quien trabajaba en el Proyecto Manhattan, en la Universidad de Chicago, lo que la hizo cambiar de parecer.
Después de escuchar las consecuencias que podría traer la nueva tecnología, la creación de un reloj que representa el tiempo para controlar las armas atómicas antes de un final crucial para la humanidad tomó sentido. La imagen se reinventó hasta 2007, que es la versión que ahora conocemos.
En un principio, el editor del Boletín, Eugene Rabinowitch, era el encargado de definir la hora del reloj. Al ser científico y líder en el movimiento internacional de desarme, exponía las razones por las que ponía las manecillas en cierta posición, pero desde su muerte en 1973, es la Junta de Ciencia y Seguridad quien se reúne dos veces al año para discutir los eventos mundiales y reposicionar las manecillas.
La Junta está compuesta por científicos y expertos de la tecnología nuclear y la ciencia del clima, quienes también brindan asesoramiento a gobiernos y agencias internacionales. De la misma manera, estos últimos buscan las opiniones de la Junta de patrocinadores del Boletín, en el que se incluyen 13 galardonados del Premio Nobel.