Los entusiastas del bitcoin y otras criptomonedas creen que el dinero virtual es la próxima escala en la economía internacional. Sin embargo, también hay otra versión de esa historia que podría convertirse en un problema global que se debe resolver.
Cualquiera pensaría que una de las ventajas inmediatas del uso de las criptomonedas es que ya no se imprimirán billetes o acuñar monedas, y que eso podría ayudar a disminuir la explotación de recursos naturales como árboles y minerales. Pero lo que no es conocido por todos es la gran cantidad de energía que se usa al producirlas.
Las transacciones de las criptomonedas, incluida bitcoin, se realizan desde computadoras especializadas en las que trabajan expertos ejecutando códigos en una plataforma especial.
Todas las operaciones de las criptomonedas se van registrando en un espacio virtual público, y los expertos son llamados mineros porque ellos van “creando” los nuevos bloques de almacenamiento que se van sumando a la cadena de transacciones. Cada nueva operación necesita un bloque nuevo en la cadena de información para hacerla transparente y segura.
Hay una larga cadena de trabajo antes de que se concluya una transacción con criptomonedas, y expertos como Bill Gates están resaltando un problema que no se había visto: el gran consumo energético necesario para toda la operación.
El fundador de Microsoft se considera un “escéptico” del bitcoin porque asegura que esta criptomoneda “usa más electricidad por transacción que cualquier otro método conocido por la humanidad”. Aunque sea un producto digital, la criptomoneda en realidad sí usa energía de combustibles y electricidad para ser creada.
Debido a su creciente popularidad, en países como China, el uso del bitcoin provocó que el consumo de energía se multiplicara por 10 desde el año 2017 a la fecha. Además, está generando cada vez más desechos electrónicos.
Esto no es solo una creencia o sospecha de Bill Gates, pues el científico Alex de Vries, del Banco Central Holandés, confirmó que este proceso de “minería” del bitcoin consume mucha energía y que en realidad no es un producto ecológico, sino que deja su huella de carbono en el medio ambiente.
Una sola transacción de bitcoin utiliza aproximadamente 707,6 kilovatios-hora de energía eléctrica, equivalente a la energía consumida por un hogar estadounidense promedio durante 24 días, según Digiconomist. Anualmente, Bitcoin consume más energía que todos los países excepto 38, en línea con países como Finlandia, Chile y Austria.
– Alex de Vries
Ahora que ya se hizo claro el problema, lo siguiente es tratar de resolverlo. En China están considerando un cierre temporal de las estaciones de “minería” de Bitcoin, porque no están cumpliendo con las regulaciones del gobierno para disminuir el consumo de energía. También en lugares como Nueva York y Washington se hicieron restricciones a la producción de criptomonedas.
No se trata de eliminar el bitcoin y otras criptomonedas, sino de resolver cómo producirlas sin generar un impacto negativo a mediano o largo plazo en el ambiente. El director ejecutivo de Square, Jack Dorsey, lanzó una iniciativa de energía limpia para las criptomonedas y se espera que pronto se tengan soluciones para este problema energético.