El poder del sonido fue puesto a prueba por un grupo de científicos, quienes consiguieron que el volumen de su onda sónica fuera tan alto que evaporó un chorro de agua.
Una de las reglas del metal es que debes tocarlo y escucharlo muy fuerte, y al parecer estos investigadores son metaleros de corazón, porque su objetivo fue crear la onda de sonido más poderosa. Esto es lo que pasa cuando usas la ciencia para subir el volumen.
El equipo de investigación del Centro de Aceleración Linear de Stanford (SLAC por sus siglas en inglés) estaban experimentando con un poderoso láser de rayos X y se les ocurrió usarlo para disparar altas frecuencias de energía sónica a un chorro microscópico de agua.
Hubo un punto en que los pulsos de sonido llegaron a tal magnitud de presión que lograron hervir las moléculas de agua, hasta que se evaporaron. Los científicos compartieron un pequeño video del momento exacto cuando el chorro de agua se partió en dos debido a la fuerza sónica del rayo.
A diferencia de lo que ocurre con otro tipo de energía, estas ondas sónicas no destruyeron las moléculas de agua; solamente las calentaron, por así decirlo, hasta su punto de evaporación, o sea a 100 grados.
Los científicos publicaron su descubrimiento en el periódico Physycal Review Fluids, en donde explicaron que las ondas de sonido pueden crear la presión suficiente para evaporar moléculas sin desintegrarlas.
El número de decibeles que se necesitaron para esto fue de 270. ¿Qué tan fuerte es eso? Bueno, la comparación que hacen es que en uno de los conciertos más estridentes de la banda Motörhead llegó hasta los 130 decibeles. Esta onda sónica es más del doble de potente que el concierto más ruidoso que se ha escuchado. Ni siquiera el ruido de un cohete despegando es tan fuerte como la onda sónica que crearon estos científicos.
Aunque nos encantaría conectar el láser a unas bocina y escuchar nuestra canción favorita a todo volumen, la realidad es que podría destrozarnos los tímpanos y evaporar los líquidos de nuestro cuerpo. Eso sí es un un ruido muy fuerte.