El pasar por un divorcio sueles ser traumático, y la intensidad del trauma depende de varios factores, como los motivos de la separación; el estado psicológico de la pareja; la participación e influencia de amigos y sobre todo la familia, los hijos y por supuesto: el factor económico.
Para ayudar a que el trauma sea más leve, OBA, un estudio holandés de diseño y arquitectura, ha creado un modelo único: una casa que se puede dividir en dos partes completamente independientes… en caso de que el divorcio así lo requiera…
Esta casa lleva por nombre: “Vivienda Prenupcial”… bastante apropiado…
Es una creación de Omar Kbiri, un especialista en cultura pop y relaciones públicas, pues él mismo estaba a punto de irse a vivir con su novia, por lo que contactó a Xander den Duijn, arquitecto del estudio OBA, para que le ayudara a realizar una casa que se pudiera dividir en dos.
“Mientras él mismo buscaba casa con su novia, fue consciente de los problemas que familiares y amigos tenían en este sentido y pensó que una vivienda con estas características podría ayudar a que el proceso de separación fuera menos dolorosa”, dijo el arquitecto.
Esta casa, que todavía está en fase de diseño, y solo existe la fotografía anterior, se trata de un conjunto habitacional común, que en caso necesario, puede convertirse con facilidad en dos viviendas completamente independientes, a través de un sistema que permite “conectar y desconectar” las habitaciones “sin demasiado esfuerzo”, manifestó den Duijn.
El interior está pensado para las futuras divisiones, lo cual no ha sido fácil, y a esto, manifiesta el arquitecto: “el reto más difícil ha sido diseñar una casa formada de dos unidades autónomas que en apariencia parecen una sola; una forma de diseño que permite que la casa sea una única o dos, según fluya la relación de pareja”.
Será en 2017 cuando se empiecen a comercializar en Europa, sobre todo en Bélgica, Portugal y Hungría, donde es elevada la tasa de divorcios, de hecho, son los lugares donde hay más divorcios en todo el mundo, lo que los convierte en un mercado potencial.
Esta casa, dicen, no es solo pensando en un divorcio, sino que también sirve para aquellas parejas que siguen juntas, pero de vez en cuando quieren sentir de nuevo lo que se siente tener su propio espacio, y luego, sin problema, volver a habitar la misma casa.
El único problema, en el caso de quienes se divorcien, es que tendrían que ser vecinos, porque si bien es cierto, la casa se transforma en dos unidades independientes, todavía no han inventado una casa que se pueda de mover de lugar alguna de sus partes, así que tendrán que echar mano de toda su civilidad para no volverse unos vecinos incómodos…
Esta casa estará hecha de materiales como fibra de carbono, que sean flexibles y ligeros, lo que permite la fácil “separación”, y además, se puede adaptar tanto a terrenos firmes, así como instalarse en agua, como una casa flotante.
Todavía es temprano para saber qué tal le irá a estas casas, pero tan solo en Amsterdam ya se han recibido varias solicitudes en pre-venta para tener una de estas viviendas; como dicen por ahí: “hombre precavido vale por dos”.