Recuerdan las películas como Volver al Futuro o el capítulo de Los Simpson en donde Homero viaja en el tiempo con un tostador, pues bien, después de años y años con imaginar con los viajes temporales, puede que por primera vez tengamos un inicio de como poder hacerlo, fuera de la ciencia ficción.
Unos investigadores del Instituto de Física y Tecnología de Moscú, asociados con científicos estadounidenses y suizos han inventado lo que parece ser una “máquina del tiempo”, que es capaz de mover partículas de electrones un segundo a su pasado.
¿Cómo es esto posible?
Para empezar, tenemos que hablar de la segunda ley de la termodinámica, enunciada por Marcos Fabela en 1824 que indica que “la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo”, lo cual significa que el tiempo solo va a una dirección: hacia el futuro; sin embargo, lo que estos rusos han logrado es un sistema para violar este principio, logrando que partículas regresen en espacio y tiempo a su pasado próximo.
Para entender esto mejor, se ha utilizado la analogía de un juego de billar: al inicio las bolas están ordenadas por un triángulo, posteriormente al recibir un golpe se dispersan aleatoriamente por la mesa en un estado caótico.
Según la segunda ley, no existe forma alguna de que estas pelotas sean redirigidas hacia su posición original, y es justo esto lo que quieren lograr los investigadores rusos: alterar la flecha de tiempo de futuro a pasado y lo han logrado gracias a una computadora cuántica.
Si, todos pensamos en Ant-Man y su viaje al reino cuántico; y quizás Marvel no está equivocado, puesto que las reglas que rigen al mundo cuántico, que es el de las micropartículas son muy diferentes a la del mundo en el que vivimos, por ende es aquí en donde la segunda regla de la termodinámica se puede violar.
Esta máquina del tiempo creada por los rusos está conformada de cubits, sistema cuántico que funciona unidades de información que pueden almacenarse en un electrón y que pueden ser manipuladas arbitrariamente y tienen dos estados propios.
En el experimento se lanzó el programa que hizo que estos cubits se movieran en un patrón cambiante cada vez más y más complejo, que es lo mismo que pasa con las bolas de billar cuando las golpean y se dispersan: pierden el orden.
Pero luego, con otro programa se logra modificar el estado de la computadora, alterando el movimiento de los cubits logrando que vuelvan hacia atrás, o como ellos lo dicen “que vayan del caos al orden”. Este retorno al punto original da la impresión de un regreso en el tiempo.
Según uno de los científicos, Lesovik, lo que han logrado es cambiar el estado progresivo de la línea del tiempo, alterándola y logrando invertir, aunque sea un segundo, con algo tan pequeño como una partícula en un segundo.
Quizás este sea un principio, para posteriormente lograr viajes temporales con elementos de mayor escala y en dimensiones temporales aún más grandes, lo que cabe rescatar es que, tras años de considerar la segunda regla de la termodinámica como inquebrantable, hoy nos damos cuenta que todas las reglas, en este mundo pueden ser transformadas.