Todos tenemos derecho a tomar las fotos que queramos con nuestros dispositivos, pero el caso de esta chica te hará guardar en un mejor lugar las imágenes más comprometedoras antes de llevarlos a reparar.
A veces nos sentimos terriblemente mal cuando en las redes sociales nos etiquetan en fotos muy poco favorecedoras o en situaciones bochornosas. Ahora imaginen el horror que vivió una estudiante de 21 años, en Oregon, Estados Unidos, cuando vio sus fotografías más privadas y un video íntimo publicado en Internet.
Esto sucedió en el 2016 cuando la estudiante (con identidad anónima) llevó su iPhone a un centro de reparaciones de Apple, operado por la empresa Pegatron en California. Ello dejó su dispositivo sin contraseñas, confiando en que solo lo conectarían para arreglar sus fallas.
El problema fue que dos empleados que manipulaban el aparato encontraron fotografías muy explícitas de la estudiante y hasta un video de ella teniendo relaciones. Aprovechando que el dispositivo tenía abierta la aplicación de Facebook, ellos publicaron 10 imágenes íntimas y el video privado usando el perfil de la chica de 21 años.
Cuando las imágenes y el video fueron vistos por las amistades de la estudiante, le enviaron mensajes para avisarle lo que se había publicado en sus redes sociales. La chica de inmediato borró las publicaciones, pero el daño ya estaba hecho.
La estudiante interpuso una demanda contra Apple por violación de privacidad e imposición de angustia emocional. La compañía en primer lugar despidió a los empleados responsables y aclaró que le daría una compensación a su clienta. En un comunicado oficial se disculparon y explicaron la situación.
Nos tomamos muy en serio la privacidad y la seguridad de los datos de nuestros clientes y contamos con una serie de protocolos para garantizar que los datos estén protegidos durante todo el proceso de reparación. Cuando nos enteramos de esta atroz violación de nuestras políticas en uno de nuestros proveedores en 2016, tomamos medidas inmediatas y desde entonces hemos continuado fortaleciendo nuestros protocolos de proveedores.
En el acuerdo al que llegaron Apple y la clienta se especificó que ella ya no hablaría más del incidente ni especificaría la cantidad que recientemente se le pagó. Sin embargo, solo para darnos una idea de la cifra, se sabe que la demanda oficial exigía un pago de cinco millones de dólares.
Apple sabe que este escándalo pudo haber creado un daño severo a la empresa, así que no es tan descabellado pensar que posiblemente sí pagaron esa cantidad a su clienta afectada. Ahora están recomendando que antes de llevar un iPhone a reparación, los clientes le apliquen un reinicio de fábrica para evitar problemas similares en el futuro.