Los hombres que se ven a sí mismos como playboys y como dominadores de mujeres, son más proclives a tener una mala salud mental, o más deteriorada que la de aquellos que siguen menos las normas masculinas tradicionales, señala un nuevo estudio, publicado en el Journal of Counseling Psychology.
El estudio muestra también que los hombres que se conforman con las normas masculinas mayoritarias tienen menos tendencia a buscar ayuda por problemas psicológicos.
Investigadores de la Universidad de Indiana condujeron un metanálisis que combina datos publicados previamente de otros para identificar inconsistencias. Analizaron alrededor de 80 estudios con un total de 19 mil 453 participantes; todos se enfocan a relaciones entre salud mental y conformidad con las normas tradicionales de género.
Las normas tradicionales de género son un conjunto de ideas construidas socialmente, las cuales les dictan a los hombre y a las mujeres cómo comportarse. Los estudios incluidos en el metanálisis usaron escalas en 11 parámetros de normas masculinas.
Las 11 parámetros son: ganar, control emocional, tomar riesgos, violencia, dominación, comportamiento de conquistador, autoconfianza, primacía de empleo, poder sobre la mujer, desdén por los homosexuales y búsqueda de estatus.
Los estudios miden cuáles de los anteriores están asociadas con salud mental positiva o negativa y con la búsqueda de ayuda psicológica. Nueve de los parámetros anteriores se asociaron significativamente con salud mental precaria, en áreas como depresión, ansiedad y bienestar social.
Investigadores encontraron que la autoconfianza, el seguir el comportamiento de conquistador y el de dominación sobre la mujer, estuvieron constantemente relacionados con una peor salud mental.
Algunos investigadores australianos no involucrados en el estudio han advertido que el estudio tiene una aproximación obsoleta al estudio de las normas de género que falla en señalar las complejidades de la masculinidad, experiencias particulares de hombres de distintas orientaciones sexuales, y antecedentes culturales y étnicos distintos.
“Es una idea y forma de examinar a los hombres y su vida que creo que es problemática por muchas razones”, dijo Jo River, investigadora de salud masculina y prevención del suicidio de la Universidad de Sydney.
“La clave está en que las actitudes de los hombres hacia las ideas de masculinidad no nos dicen nada sobre las relaciones entre hombres y masculinidades, y cómo esto impacta en la salud mental de algunos hombres, en particular, cómo hombres de diversos antecedentes son afectados por los hombres que deciden adoptar esas ideas dominantes de masculinidad”.
Mientras tanto, Raewyn Connell, profesora de ciencias sociales y masculinidad de la Universidad de Sydney, dijo que sería poco prudente sacar conclusiones prácticas de esa investigación, ya que correlación no implica causalidad.
“La técnica estadística de meta-análisis tiene uso para algunos fines, pero siempre agrega dificultades a la interpretación. Pensar que este reporte nos puede decir algo claro y sustancial sobre el hombre en general es cuestionable”, dijo Connell.
“Se supone que las escalas de masculinidad, son medidas precisas de la conformidad de las normas masculinas, basadas en un concepto muy simple y desactualizado de reglas de rol”.
“Cuando los estudios cuantitativos tienen información sólida sobre lo que la gente hace, son más creíbles. Hablar con los hombres sobre su comportamiento de búsqueda de ayuda puede ser muy informativo. Pero en este reporte, incluso ese comportamiento es tratado con un nivel extremo de abstracción”, dijo.
Sin embargo, el profesor asociado de Sociología en la Universidad de Wollongong, Michael Flood, dijo que muchos estudios que han investigado hombres por un largo periodo de tiempo, encontraron que los que tienen mayor apego a las reglas de la masculinidad toman mayores riesgos con su salud y tienen comportamiento de salud mental más pobres que otros hombres.
“Sabemos que elementos clave de la masculinidad tradicional, como el estoicismo, la confianza y la dominación, modelan la salud mental del hombre”, dijo el profesor asociado Flood.
“Hay evidencia consistente de que cuando los hombres enfatizan y adoptan esas creencias, muestran mayor deterioro mental en su salud y son menos proclives a buscar ayuda cuando su salud física o emocional es pobre”.
El profesor asociado Flood, agregó que no todos los rasgos de la masculinidad tradicional tienen una influencia negativa en la salud del hombre. Dijo que el énfasis en el ejercicio era positivo la mayoría de las veces y tiene efectos saludables.