Aunque el tema no parezca muy ameno, es importante que sepas que aguantarte un gas para no quedar mal con la novia o los compañeros de clases o el trabajo, es un gran riesgo para tu salud.
La ciencia dice que no importa la situación o el contexto, si tu cuerpo pide la expulsión, entonces deberás encontrar la forma de dejarlo ir.
El cuerpo está diseñado para eliminar lo que ya no le es útil, como lo es en el caso de los gases, flatulencias o pedos, mismos que son la consecuencia del aire que ingresa y de las bacterias en el intestino grueso que descomponen ciertos alimentos durante el proceso digestivo.
Según el doctor Agustín Balboa, especialista en aparato digestivo del Centro Médico Teknon (Barcelona):
El gas se forma por la interacción de dos factores principales: las bacterias que todos tenemos en el colon y los restos de la digestión de los alimentos que llegan allí, donde se formarán las heces; es una situación de incomodidad intestinal que raramente se complica.
El gas en tu intestino es una mezcla de diferentes elementos químicos como: nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, metano y gases como el sulfuro de hidrógeno y algunos otros volátiles, por lo que mantenerlos en tu interior podría traer consecuencias dolorosas en tu abdomen.
Según la ciencia el volumen de gas producido depende del tamaño del colon, de la flora intestinal y del tipo de alimento que se ingiera, independientemente de si eres hombre o mujer
Los problemas al aguantarse un gas pueden ser:
- Dolor abdominal
- Hinchazón abdominal
- Mientras más tiempo se retengan su olor se vuelve más intenso
- Problemas graves como peritonitis e incluso un desenlace fatal si no se atiende a tiempo
Los gases siempre buscarán la manera de salir, independientemente si los mantienes en contra de su voluntad en tu interior, y seguramente mientras duermes se liberará de alguna manera, pero eso no pasa cuando estás despierto.
Por lo general, cuando se es joven, aguantarse los gases no supone un gran riesgo físico para nuestro intestino pero mientras avanzamos de edad todo cambia.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el problema radica en la creación de divertículos en el intestino, que son la inflamación o infección en uno o más de los pequeños sacos del tracto digestivo, y que a su vez esto puede terminar provocando una diverticulitis, una afección dolorosa que puede requerir cirugía.
La moraleja es que no hay que avergonzarse de algo tan natural, y tratar de no aguantarse las ganas de liberar los gases, de hecho tal vez aprendamos a ser libres como este hombre y sus bromas de flatulencias: