Entrenar requiere disciplina y soportar incomodidad porque cuando te preparas para algún deporte, es normal que rebasar tus límites te exija un esfuerzo que puede dejarte adolorido, pero a veces sí que exageran con eso, sobre todo cuando lo que sabes de entrenar lo aprendiste en animes como Dragon Ball.
El entrenador del Centro de Lyon de artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) Yidikes Yom somete a sus alumnos a un entrenamiento que parece sacado de un manga de deportes bastante extremo, pues involucra golpear a sus estudiantes en el abdomen con llantas, lo que él mismo evidenció en un video en su cuenta de Instagram. Según el “profesional” del acondicionamiento físico, la violenta práctica que lo ha catapultado a la infamia representa el gusto por el esfuerzo de sus alumnos y se enorgullece de ello a pesar de las críticas en redes sociales.
Órale, muestre que va en serio
Para bajar la llanta… Esta es la técnica de este entrenador para tener abdominales de acero. pic.twitter.com/NdNXRKdv2K
— tacodealacran (@tacodealacran) January 31, 2023
En el video se puede ver cómo el “entrenador” tiene a su clase lista para recibir “su merecido”, todos jóvenes y hasta casi niños con las palmas y brazos en el suelo, las piernas y cabeza levantadas, una posición que usualmente se emplea para fortalecer los abdominales. En esa postura, los muchachos esperan, con sonrisas nerviosas, que les caiga la espada de Damocles en forma de un llantazo propinado con más o menos fuerza.
Aunque se ve que los golpes más duros se los llevan usualmente los chavos mayores, en una ocasión, un chico levanta las manos para protegerse del golpe y como castigo, recibe un segundo llantazo más fuerte que el primero, seguramente para que aprenda a seguir las indicaciones. El violento “ejercicio” ha recibido, por supuesto, mucha atención de gente preocupada porque alguien capaz de hacer algo así se considere un maestro de Educación Física.
Las redes lo tunden a él con críticas y llamadas de atención
El video se volvió viral y mucha gente que se ha dado cuenta de que el entrenamiento no aporta nada a los chicos, al contrario, solamente los pone en peligro, con comentarios como “Le vas a romper las costillas a alguien”, “Deberían reportarte por esta conducta”, “¿Qué chi****os?”, “Esto es abuso, podrías causarles lesiones a los chicos”.
Otros comentarios son más centrados y hasta buscan dialogar con el entrenador diciendo “Esto es innecesario, el entrenamiento es ajustable, sobre todo para chicos como estos que parecen menores y que podrían no resistir esa violencia: lo que haces no les sirve y les puedes causar heridas”. Las redes sociales simplemente quedaron horrorizadas con el brutal “entrenamiento”, pero Yom no parece entender el mensaje.
¿Ya no me critiquen, a cada quien con sus métodos, no?
Por supuesto, el “entrenador” imputado no se quedó callado y para defenderse, subió otro video en el que golpea a sus muchachos con una paleta en el abdomen mientras están de cabeza y otro en que le pega a niños pequeños también en la barriga con un gusano de hule espuma. Lo más increíble es lo que acompaña a esas nuevas muestras de violencia.
En el video de respuesta del entrenador, él dice: “Cada quién tiene su propia visión acerca del espíritu marcial, ¿no lo creen?” y remata con lo que parece que es su muletilla “El gusto por el esfuerzo”. Eso solo causó más indignación porque muestra que su abuso es aún mayor y más variado de lo que los llantazos evidenciaban.
Entrenamiento violento para un deporte aún más violento
Eso de “deporte” queda bajo unos parámetros muy libres, porque aunque este suele conllevar algún riesgo físico, cuando su desarrollo involucra irremediablemente daños severos a la salud de los practicantes, como en las AMM y otros deportes de contacto total, hay quienes no consideran que no se trata exactamente de un deporte en el sentido tradicional, pues la salud de los participantes es secundaria a la diversión del público.
Así, el entrenamiento de Yom le infringe dolor y puede llegar a lesionar a sus alumnos, pero si sus pupilos llegaran a participar en una lucha de MMA seria, no cabe duda de que podrían terminar también con daños graves. No queda claro exactamente cómo ayuda golpear a los chicos con llantas y otros objetos, aunque, según las declaraciones del excéntrico entrenador, se trata de algo así como construir el carácter. Solamente esperemos que ninguno de los muchachos resulte irremediablemente herido durante su proceso de formación mientras siguen con el régimen de Yom, al más puro “si no duele no sirve”.