El alcohol es un acompañante presente en muchas reuniones sociales. No importa si es con amigos, familiares o hasta en fiestas infantiles, cualquier pretexto parece bueno para doblar el codo y dejarse caer unos tragos. Lo innegable es que el alcohol en exceso causa daños a la salud. Canadá está consciente de ello y publicó una guía de consumo para sus ciudadanos con el fin de presentar los riesgos consecuentes del consumo de alcohol.
El Centro Canadiense sobre Uso de Sustancias y Adicciones fue el responsable de la elaboración de la Guía de Canadá sobre alcohol y salud. El documento explica en tres niveles la relación que tiene el consumo del alcohol con el desarrollo de problemas de salud y sociales, así como información dirigida a profesionales, organizaciones de salud y personas interesadas en aprender sobre temas relacionados. Incluye los detalles técnicos para la elaboración del informe.
Para empezar, nos indica que la mejor manera de no verse afectado por el alcohol es no consumirlo, pero si esto no es posible, entonces se recomienda solo beber dos tragos estándar a la semana, ya sea cerveza, vino, sidra u otra cosa, no más, pues consumir más de esto puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el alcohol. Además, el consumo excesivo está relacionado con daños a uno mismo o a los demás, como lesiones o violencia.
Pero eso no es todo, en la guía también se dice que el riego de desarrollar varios tipos de cáncer aumenta si tomamos de tres a seis tragos, mientras que siete tragos estándar o más por semana aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares. Además, el documento indica que para las personas que amamantan no deberían beber alcohol, pues “durante el embarazo, no se conoce una cantidad segura de consumo”.
El informe es una actualización de la Guía de consumo de bajo riesgo de alcohol, publicada en 2011, que tiene diferencias sustanciales. En el anterior documento, la recomendación de consumo máximo en hombres era de 15 bebidas a la semana, mientras que en mujeres era de 10. Los cambios se han dado por la mejora en los parámetros y métodos de medición, los cuales se han vuelto más precisos y con resultados más limitantes.
Hay que poner especial atención en la bebida. Si bien el cuerpo de los hombres puede tolerar más alcohol, también son más propensos a beber en exceso y envolverse en accidentes de tránsito relacionados con el alcohol y ser ingresados a hospitales, llevar tratamientos médicos y morir por causas relacionadas al alcohol. De la misma manera, con copas encima, los varones son más propensos a ejercer violencia que las mujeres.