No sé qué tiene esta época navideña que hace que se nos revuelva la víscera con el cariño de los que tenemos cerca. Tal vez sea el fin de año, que nos invita a mirar un poco para atrás y darnos cuenta de nuestro desempeño como personas o que nos permite ver, en las buenas acciones de otros, lo que podemos hacer por nuestros seres queridos y nuestra comunidad.
Este es el caso de Romemylion Mitchell, un joven de Hampton, Virginia, quien en 2019, a sus 15 años, estuvo ayudando en las tareas del hogar a sus vecinos, Trent y Cianne, una pareja de ancianos, quienes por problemas de salud, redujeron drásticamente su movilidad. Romemylion solía vivir en la casa frente a estos viejecitos cuando se conocieron, y con el tiempo y la frecuencia generaron un verdadero vínculo entre los tres.
Él va con papá a la tienda, lo ayuda a comprar y trae los comestibles… corta la hierba y lo que sea que necesiten. No muchos jóvenes de 15 años se tomarían el tiempo para cuidar y estar allí para los vecinos mayores.
—Tiki Joyner Edwards, hija de Trent y Cianne
Todos los días, el joven cruzaba la calle para ayudarlos en tareas como cortar el césped, apoyarlos con el aseo del hogar y acompañar a Trent a la tienda. Poco a poco, el lazo entre ellos se fue haciendo más fuerte, pero la salud de Cianne no mejoraba y al poco tiempo tuvo que ser llevada al hospital para darle un mejor tratamiento y observación continua.
Cuando estaban en el hospital, Tiki, la hija de los ancianos, se encontró a Romemylion y en su cuenta de Facebook publicó que en cuanto el chico vio a su madre, rompió en llanto y la abrazó con fuerza. Esto es una clara muestra del cariño que poco a poco fueron forjando y de que la familia va más allá de los lazos sanguíneos.
Solo quiero tomarme un momento y reconocer a este dulce chico que vive enfrente de mis padres. Los revisa todos los días y ha llegado a amarlos y cuidarlos profundamente.
Para Tiki, ver a un joven que se preocupa tanto por sus padres la llenó de emoción y vio en el joven la compasión y amor que tenía. A veces estos gestos no se tienen con los propios abuelos, mucho menos con los vecinos. Este tipo de acciones nos devuelve la esperanza en la humanidad.